Los integrantes de la Comisión de Ganadería de CREA realizaron un repaso de los principales indicadores del negocio con el propósito de determinar la situación actual y proyectar su probable evolución.
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SUSCRIBITELos integrantes de la Comisión de Ganadería de CREA realizaron un repaso de los principales indicadores del negocio con el propósito de determinar la situación actual y proyectar su probable evolución.
Los actuales niveles de faena se sostienen en gran medida por el sacrificio de animales jóvenes, lo que implica que serían sostenibles en el tiempo, especialmente si se tiene en cuenta que en 2024 se prevé una reducción de la oferta de 400.000-800.000 terneros/as por el impacto del desastre climático.
El registro histórico muestra que en los años impares (electorales) los valores del novillo suelen ajustarse en el primer trimestre para luego estabilizarse durante el segundo y el tercero y, finalmente, experimentar una actualización importante recién en el último trimestre del año.
La necesidad de liberar campo para ajustar la carga animal en función de la escasa oferta forrajera, junto con la pérdida de ingresos experimentada por las empresas mixtas debido al impacto de la sequía determinó que una mayor oferta de terneros/as se encontrara con bolsillos más flacos, lo que repercutió en el valor de la hacienda con destino a invernada.
Frente a ese escenario, en algunas regiones los empresarios CREA priorizaron el encierre de terneros/as con el propósito de valorizar a dicha categoría en los próximos meses, algo que, si bien se encuentra favorecido por una estabilización del valor interno del maíz, presenta incertidumbres en cuanto a la evolución del precio de la hacienda gorda.
El poder adquisitivo de la población argentina –el mayor cliente del sector–, en lo que respecta a la capacidad de compra de carne vacuna, permanece muy por debajo del promedio histórico.
Por otra parte, las oportunidades presentes en el mercado internacional no pueden ser aprovechadas completamente por la industria cárnica argentina debido a la cuotificación de exportaciones, la elevada presión impositiva y las distorsiones cambiarias.
Es importante tener en cuenta que parte de los cultivos dañados por sequía y heladas podrian terminar siendo empleados como recursos forrajeros, con lo cual la hacienda podría, en las zonas afectadas, disponer de recursos adicionales para encarar con mayor holgura el invierno.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé en el próximo trimestre una regularización del régimen de precipitaciones en la zona central del país, lo que permitiría disponer de condiciones más propicias para sembrar verdeos de invierno.