En muchas regiones agrícolas las buenas reservas de humedad generan entusiasmo entre muchos empresarios agrícolas, aunque, a la hora de planificar los números del negocio de trigo, las expectativas se morigeran por el aumento de costos de producción y la incertidumbre sobre el futuro del esquema impositivo vigente sobre el sector.
Esta semana, en el marco de la reunión mensual de la Mesa de Planes Nacionales que se llevó a cabo en formato mixto en la sede porteña de CREA, los referentes técnicos de la red analizaron la última información disponible relativa a la próxima campaña de granos finos.
¿Un año de fina de trigo?
“La posibilidad de contar con buenos perfiles de humedad permite pensar que habrá este año una importante superficie de fina, pero, en la actual coyuntura, la solidez de los diseños agronómicos pasa a tener un rol clave”, expresó el coordinador técnico agrícola de la región CREA Mar y Sierras, Jorge González Montaner, al dar inicio a la jornada coordinada por Emilio Satorre.
El especialista recordó que en gran parte de las regiones productivas se viene registrando un progresivo aumento de las temperaturas medias, lo que obliga a diversificar el diseño de los planteos agronómicos para evitar quedar expuestos a problemas derivados de “sopletes” de calor intenso.
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Días con temperaturas máximas superiores a 30ºC entre 1990 y 2024. CREA Mar y Sierras
Ensayos 2024/25: aprendizajes a tener en cuenta
Al ponderar los resultados de los ensayos CREA realizados en la campaña 2024/25, se observa que, entre los cultivares más destacados en las diferentes subregiones trigueras, algunos se repiten, aunque empleados con estrategias agronómicas diferentes.
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Cultivares destacados en las redes de experimentación CREA. Campaña 2024/25. De izquierda a derecha: variedades empleadas como ciclos largos a cortos según zona.
“En la región Mar y Sierras llevamos ya tres años evaluando cultivares con el evento HB4 (tolerancia a sequía) y en el ciclo 2024/25, que se caracterizó por una restricción hídrica sin presencia de heladas importantes, medimos una diferencia de rendimiento promedio a favor del evento superior a 800 kg/ha”, remarcó Jorge.
Al ponderar los datos obtenidos en las últimas tres campañas, considerando la brecha de rindes de una misma isolínea genética con y sin el evento HB4, la diferencia detectada en los ensayos realizados en Mar y Sierras fue de 453 kg/ha o de un 10%.
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Ensayos de trigo HB4
Por otra parte, el coordinador técnico agrícola de la región CREA Mar y Sierras señaló que ensayos de control de raigrás en trigos HB4 realizados en 2024/25 con glufosinato de amonio mostraron que ese producto tuvo un impacto en los rendimientos del cultivo, por lo que recomendó cautela al momento de emplearlo.
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Ensayo de aplicación de glufosinato de amonio en cultivo de trigo HB4 realizado en 2024/25 en la localidad bonaerense de Azul
“Una tecnología interesante para campañas como las actuales, en la cual será necesario cuidar muchos los costos, son los curasemillas, porque con una inversión acotada podemos lograr grandes diferencias en los rendimientos logrados”, explicó.
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Respuestas en trigo obtenidas con tratamientos de curasemillas. Promedio de cuatro sitios. Campaña 2024/25. CREA Mar y Sierras
El especialista, en lo que respecta al uso de graminicidas para control de raigrás, indicó que los ensayos realizados en la última campaña en Mar y Sierras evidencian que las estrategias diseñadas deben estar alineadas con la situación meteorológica, porque los tratamientos empleados experimentaron variaciones importantes en diferentes escenarios ambientales.
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Control de raigrás en trigo ante diferentes situaciones ambientales. Campaña 2024/25. CREA Mar y Sierras
El técnico además indicó que en Mar y Sierras están evaluando el impacto de Methylobacterium symbioticum, una bacteria fijadora de nitrógeno, como complemento de la fertilización nitrogenada con el propósito de buscar alternativas de reducción de costos en la materia. “En algunas situaciones hemos detectado diferencias de rendimientos interesantes con la bacteria, pero que no tuvieron respuesta en lo que hace a proteína”, comentó.
En lo que respecta al diseño del negocio agrícola, González Montaner señaló que, con márgenes mas acotados para los cultivos tradicionales, las empresas deben buscar alternativas para diversificar y maximizar ingresos.
“En la zona norte de la región pampeana la inclusión de maní ha generado un aporte enorme en muchas empresas y lo mismo puede decirse de la papa en el sur. No tiene sentido, en el actual contexto, enroscarse en discusiones sobre si un cultivo es bueno o malo; todas las alternativas deben estar sobre la mesa”, afirmó.
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Jorge Gozález Montaner (remera oscura) junto a técnicos CREA en la reunión mensual de la Mesa de Planes Nacionales CREA.