Calidad de carne y certificaciones: una mirada actual
Exposición de Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), sobre los desafíos de las certificaciones de carne vacuna.
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La industria de la carne ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, impulsada en gran medida por los cambios en las expectativas de los consumidores de las naciones desarrolladas. En este contexto, Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), tiene algo para comunicar al respecto.
Uno de los aspectos más relevantes que Herrera destaca es el cambio en la percepción de la calidad de la carne. Tradicionalmente, los consumidores evaluaban la carne basándose en características organolépticas como el sabor, el color y la jugosidad.
Sin embargo, en los últimos veinte años ha surgido un nuevo paradigma: los consumidores de las naciones centrales –con mayor poder adquisitivo– no solo buscan carne sabrosa, sino que también desean que el producto venga acompañado con información.
“Los datos exigidos no tienen tanto que ver con el producto, sino con la forma de producirlos y con los impactos generados por los mismos”, explicó el especialista durante una charla ofrecida en el evento en línea “Atardecer Ganadero” organizado por la región CREA Sudoeste.
A medida que el consumidor se enfrenta a un bombardeo de información, muchas veces contradictoria, e incluso desinformación relativa al sector ganadero, la necesidad de contar con registros validados sobre el origen de la carne se torna más necesaria.
Herrera señaló que, aunque en la Argentina –y otros mercados equivalente– el consumo de carne vacuna puede no estar influenciado por esas tendencias, las mismas son crecientes en Europa y EE.UU. y que, por lo tanto, es crucial estar preparados para adaptarse a las exigencias de esos consumidores.
El presidente de APEA enfatizó la importancia de las certificaciones. Los consumidores que se preocupan por la sostenibilidad y el bienestar animal exigen evidencia que respalde las afirmaciones de los vendedores. Aquí es donde entran en juego las certificaciones, que pueden incluir desde la procedencia de la carne hasta los métodos de producción utilizados. A pesar de que algunos productores pueden ver las certificaciones como una carga, Herrera sostiene que son una oportunidad para agregar valor al producto y ganar la confianza del consumidor.
“Para la Argentina no se trata de algo nuevo, porque ya existen certificaciones de carne vacuna por raza, origen, procesos productivos y protocolos de comunidades religiosas”, remarcó.
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Certificaciones de calidad de carne vacuna por raza
Herrera aseguró que existe un aumento en las certificaciones relacionadas con el bienestar animal, un tema que está ganando cada vez más atención entre los consumidores del hemisferio norte. Certificaciones que garantizan que los animales han sido criados y tratados humanamente son esenciales para los compradores que valoran la ética en la producción de alimentos. Este cambio en la mentalidad de los consumidores también se refleja en la demanda de carne orgánica y de producción sostenible.
En ese sentido, el uso de tecnología, como el blockchain y códigos QR, está comenzando a ser adoptado por algunos productores argentinos. Estas herramientas permiten a los consumidores acceder a información detallada sobre la procedencia de la carne y los procesos de producción. Esa transparencia es fundamental para construir la confianza del consumidor más sofisticado y responde a la creciente demanda de información en un mundo en el cual la desinformación puede proliferar fácilmente en redes sociales.
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Cortes de Pilagá Carnes con trazabilidad en origen realizado por medio de tecnología blockhain
A nivel global, la competencia en el mercado de la carne se ha intensificado. Países como Brasil, Uruguay, Australia y EE.UU. están invirtiendo en destacar sus certificaciones de calidad. En este contexto, Argentina tiene una oportunidad para posicionarse como un líder en la producción de carne sostenible y de alta calidad, siempre y cuando –dijo el especialista– esté dispuesta a adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
La Mesa Argentina de Carne Sustentable, de la cual APEA y CREA son miembros activos, juega un papel crucial en ese proceso. Esta iniciativa busca promover prácticas sostenibles en toda la cadena de producción, desde la cría hasta la comercialización. Con programas de autoevaluación y recursos para productores, la agrupación busca facilitar la transición hacia una producción más responsable y en línea con las expectativas de todos los perfiles de consumidores.
En conclusión, la industria de la carne se encuentra en un momento de cambio significativo, donde la calidad y las certificaciones son más importantes que nunca. Fernando Herrera, con su experiencia y liderazgo, está contribuyendo a guiar a los productores argentinos hacia un futuro más sostenible y alineado con las expectativas del consumidor global. La capacidad de adaptarse a estos cambios no solo es crucial para el éxito de la industria, sino también para la reputación de Argentina como un proveedor de carne de alta calidad en el mercado internacional.
“Todas las miradas sobre estas cuestiones son válidas, pero es importante entender que si en mercados de alto valor se están pidiendo estos requisitos y tenemos que demostrarlos, no existe otra manera de hacerlo que a través de la certificación”, resumió Herrera.