4 de julio de 2025 en Buenos Aires

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Planificación fiscal: un aliado poco valorado

El especialista en Tributación, Lisandro Sigifredo, ofrece recomendaciones para realizar la planificación fiscal de las empresas agropecuarias.

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El padre de Lisandro Sigifredo, productor agropecuario de la localidad cordobesa de Leones, tiene una gran ventaja: su hijo, consultor especializado en planificación tributaria, lo asesora en una cuestión que suele ser la más abandonada en el ámbito de la gestión de empresas agropecuarias.

Lisandro reconoce que, tal como sucede en muchas oportunidades, su padre no reconoce a la planificación impositiva como una tarea central en una nación como la Argentina, en la cual la maraña de normas tributarias, que se van acumulando año tras año, pueden perjudicar la dinámica del negocio agropecuario si no se las atiende de manera debida.

“La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) requiere una gran carga administrativa y los contadores terminan abocados a trabajar en el cumplimiento de esos requerimientos, por lo que no suele haber tiempo dedicado a la planificación impositiva”, apunta Lisandro.

“En tales situaciones es conveniente buscar aliados para salir de la diaria y realizar un análisis estructural”, añade el consultor y responsable del programa de “Planificación fiscal en empresas agropecuarias” de la plataforma de Formación y Desarrollo Personal de CREA.

La base de toda planificación impositiva es, primero, hacerse la siguiente pregunta: ¿Es la estructura societaria de nuestra empresa la más adecuada para el negocio que desarrollamos?

“En las firmas unipersonales muchas veces no se tiene en cuenta que las remuneraciones de los integrantes de la familia que trabajan en la empresa agropecuaria pueden generar deducciones que promueven grandes eficiencias fiscales”, comenta el especialista.

La reestructuración societaria, más allá de las cuestiones tributarias, también resulta indispensable para definir derechos y obligaciones de los integrantes de la familia que trabajan en la empresa, un aspecto central que, cuando reside en límites difusos, puede derivar en conflictos que posteriormente son de difícil resolución.

La planificación fiscal permite contemplar las diferentes alternativas posibles en función de las características de cada familia, como es el caso de separar la empresa propietaria del inmueble rural de la gerenciadora del negocio agropecuario para diferenciarlo del negocio inmobiliario y brindar una renta a los accionistas independientemente del resultado de cada campaña.

“Así como en la medicina existe el médico generalista y el especialista, en cuestiones impositivas ocurre algo similar: el contador puede ocuparse de las cuestiones administrativas, pero para realizar un análisis profundo puede recurrir a un consultor en la materia”, señala Lisandro.

“La normativa impositiva a veces no es clara y el cambio constante de las leyes tributarias puede resultar abrumador, pero el problema de no ocuparse del asunto es que los perjuicios acumulados de esa inacción en algún momento conspiren contra la viabilidad de la empresa”, agrega.

En ese marco, el programa sobre “Planificación fiscal en empresas agropecuarias”, que tiene una duración de tres horas y se llevará a cabo el próximo 26 de julio, está enfocado en brindar propuestas concretas de planificación fiscal –con análisis de casos prácticos– que contribuyan a mejorar la rentabilidad de las empresas. Para mayor información ver aquí.

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