Así como existen indicadores que permiten medir la situación y la evolución económica y financiera de una empresa agropecuaria, ¿por qué no sería posible contar con variables estandarizadas que posibiliten evaluar la gestión ambiental?
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SUSCRIBITELogros y desafíos de la gestión ambiental desarrollada por el equipo de Investigación y Desarrollo de CREA.
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SUSCRIBITEAsí como existen indicadores que permiten medir la situación y la evolución económica y financiera de una empresa agropecuaria, ¿por qué no sería posible contar con variables estandarizadas que posibiliten evaluar la gestión ambiental?
Ese es precisamente el desafío que tiene entre manos el Área de Ambiente de CREA, donde se está desarrollando una metodología que permita realizar un seguimiento y comparación de gestiones ambientales en empresas agropecuarias.
“La Gestión Ambiental CREA (GAC) tiene como objetivo desarrollar un proceso que permita trabajar sobre la dimensión ambiental de la sostenibilidad, facilitando la comparación y el intercambio entre integrantes de la red a través del uso de las mismas herramientas y parámetros”, explica Fernanda Feiguin, técnica del Área de Ambiente de CREA.
En el último año, muchos empresarios, grupos y regiones CREA se han sumado a esta iniciativa. Una buena parte de los avances, además de las capacitaciones y acciones de difusión, están relacionadas con el diseño del sitio de GAC en el ámbito de Mi Espacio CREA, que busca hacerlo lo más ágil y amigable posible para los usuarios.
GAC, que ya contaba con autoevaluaciones en las áreas Legal y Agrícola (cultivos extensivos y forrajeros), incorporó este último año autoevaluaciones de Ganadería y Lechería. Además, se está trabajando con los CREA de la región Valles Cordilleranos para ampliar la herramienta en cultivos perennes. “Actualmente, el equipo busca mejorar el acceso a los resultados de las autoevaluaciones y agilizar su análisis posterior para facilitar la mejora continua”, indica Fernanda.
Una instancia clave del programa consiste en el desarrollo de un Sistema de Indicadores Ambientales (SIA) para las diferentes actividades productivas. En ese sentido, en el último año se llevó a cabo un trabajo de articulación con el proyecto DAT CREA para recopilar los datos necesarios para el cálculo de los indicadores ambientales vinculados con la producción vegetal. Y se trabaja con las bases de datos ganaderas y lecheras para incorporar la carga de registros necesarios para el cálculo de indicadores ambientales en ambas actividades.
El SIA cuenta con indicadores de toxicidad (por cantidad de principio activo y banda toxicológica) y de EIQ (Índice de Impacto Ambiental, por sus siglas en inglés). En el caso de este último indicador, a pedido de varios asesores CREA se desarrolló una “calculadora” que permite analizar resultados de EIQ de diferentes planteos o recetas de fitosanitarios, con foco en el detalle de la composición del indicador según los diferentes productos comprendidos en el diseño agronómico.
Actualmente se está trabajando en la incorporación de otro índice vinculado al uso de fitosanitarios, como lo es Ripest, desarrollado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), además de indicadores de huella de carbono, tanto para agricultura como para ganadería y lechería, los cuales utilizarán la metodología del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés) para el cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero.
“Este año se prevé también incorporar otros indicadores, como el balance de carbono, que está fuertemente vinculado a la huella de carbono, el balance de nutrientes y la eficiencia en el uso del agua”, anticipa Fernanda.
Los avances y mejoras de GAC cuentan con un gran soporte en la Mesa Técnica Ambiental (MTA), la cual se puso en funcionamiento en 2021. Se trata de un ámbito conformado por técnicos y empresarios CREA con el objetivo de codesarrollar, validar y escalar las nuevas herramientas disponibles y en desarrollo.
“Este año, el Área de Ambiente tiene como objetivo potenciar este espacio de intercambios técnicos, para lo cual se incrementó la frecuencia de las reuniones, que pasaron a ser mensuales y, además de seguir trabajando con GAC, se generarán espacios de prospectiva en temas ambientales”, remarca Fernanda.
En ese ámbito, todos los meses los técnicos del Área de Ambiente muestran los avances en el desarrollo y la mejora de las diferentes herramientas que componen GAC para recibir devoluciones orientadas a eficientizar el proceso a partir de las necesidades de los integrantes de la red CREA.
Por otra parte, cada dos meses la MTA destina un espacio a la presentación de casos, donde los asesores CREA cuentan su experiencia, resultados y los análisis realizados a partir de la información obtenida de la GAC.
“Lo que se comparte en la Mesa Técnica Ambiental nutre de ideas a los demás participantes, que pueden así avanzar en el proceso. También se abordan, con una frecuencia bimestral, distintas propuestas de los asistentes y se invita a especialistas para que profundicen en determinados temas de interés”, señala Fernanda.