Frente a la sequía, la mayor parte de las empresas lecheras priorizó el confort de las vacas por medio de encierres y dietas con mayores componentes de insumos externos y, por lo tanto, también mayores costos.
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SUSCRIBITEFrente a la sequía, la mayor parte de las empresas lecheras priorizó el confort de las vacas por medio de encierres y dietas con mayores componentes de insumos externos y, por lo tanto, también mayores costos.
Ante la restricción forrajera, se recurrió a la creatividad para buscar soluciones viables en el marco de lo posible, como el reemplazo de insumos derivados de la soja por pellets de girasol, negociaciones con establecimientos vecinos para compra de granos o rollos y una mayor proporción de confección de silobolsas respecto de silos puente para disminuir pérdidas y tener un mayor control sobre la proyección de stocks forrajeros. También se reportó la siembra de maíces de tercera en campos de terceros para liberar superficie propia para la siembra de pasturas (cuando las lluvias lo permitan).
“En el corto plazo vemos un panorama complicado por el bajo nivel de reservas forrajeras y la mala relación de precios de la leche con la estructura de costos del tambo”, comentó Gonzalo Berhongaray, líder del área de Lechería de CREA.
“En el mediano plazo se evalúa reestructurar las cargas animales, mientras en el largo plazo algunos empresarios están repensando los sistemas productivos. Hay reuniones semanales entre empresarios y asesores para aprovechar la red CREA en lo que respecta a estrategias para enfrentar la coyuntura”, añadió.