Los consumidores se preocupan de manera creciente por el bienestar de los animales y la buena noticia es que ahora la tecnología permite medir ese atributo en las vacas lecheras.
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SUSCRIBITELos consumidores se preocupan de manera creciente por el bienestar de los animales y la buena noticia es que ahora la tecnología permite medir ese atributo en las vacas lecheras.
“El bienestar animal es indispensable para la sanidad, el aumento de la productividad, la longevidad de la vaca, la prevención de enfermedades y la reducción del consumo de antibióticos”, apuntó Enrique Bombal Catalán, especialista en bienestar animal, durante una conferencia ofrecida en el Congreso Lechero CREA que se desarrolló en la ciudad de Rosario.
El experto indicó que los tres pilares del bienestar animal son el funcionamiento biológico, el estado afectivo y el comportamiento. “El funcionamiento biológico está relacionado con una alimentación adecuada, una buena salud y la comodidad física y térmica que los animales necesitan”, explicó.
“El estado afectivo tiene relación con el dolor, el miedo y el estrés; los animales deben estar expuestos a situaciones en las cuales puedan minimizar esos tres factores. Y el tercer aspecto, el comportamiento, es brindar la posibilidad de que los animales puedan expresar las conductas naturales; por ejemplo: una vaca necesita descansar alrededor de doce horas al día, tiene que tener la posibilidad de echarse y respectar eso es ganancia tanto para ellas como para nosotros, porque un buen descanso permite aumentar la circulación sanguínea hacia la ubre y eso facilita una mayor producción de leche”, añadió.
El especialista aseguró que el bienestar no está emparentado con ningún tipo de sistema de producción lechero en particular, sino con brindar la posibilidad de atender apropiadamente los tres componentes que hacen a ese atributo.
El empleo de equipos y dispositivos que permiten realizar un monitoreo individualizado de cada ejemplar de un rodeo en tiempo real, además de promover la eficiencia productiva, contribuye a generar un registro trazable de indicadores clave que hacen al bienestar de los animales.
“Ya no es cuestión de decir solamente me gusta el bienestar animal y trabajo con esos parámetros, sino que hoy eso se puede medir y validar con criterios científicos al observar qué hace una vaca durante las 24 horas del día”, expuso Bombal Catalán.
Uno de los principales desafíos que están apareciendo en muchas regiones lecheras templadas son los golpes de calor en los períodos estivales, los cuales generan situaciones de estrés térmico que luego tienen repercusiones tanto productivas como reproductivas.
“El estrés térmico no solamente perjudica al animal adulto, sino que afecta a la cría que está en gestación, la cual va a tender a tener una menor cantidad de inmunoglobulina y, por lo tanto, será un animal que va a estar más comprometido durante la primera lactancia”, manifestó.
“Lo importante es que, independiente del sistema de producción que tengamos, todo lo que hagamos desde el punto de vista del diseño y construcción de las instalaciones, y de manejo y de administración, esté hecho con foco en los animales, porque son ellos los que tienen que estar bien para lograr producir leche de buena calidad”, requirió.
Una vaca feliz, en definitiva, es una vaca produciendo al máximo de su capacidad y aprovechando mejor los recursos disponibles. “Los consumidores ahora pueden saber con evidencia científica y datos objetivos que existen empresas que están trabajando con el foco puesto en el bienestar animal”, resumió