El compromiso de Banco Galicia con la estrategia de sostenibilidad es evidente, ya que no solo busca integrar prácticas sostenibles dentro de sus propios procesos, sino también fomentarlas en toda la cartera de servicios y clientes que maneja.
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SUSCRIBITEEn un contexto donde la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo global, los bancos están cada vez más comprometidos con prácticas responsables que van más allá de sus operaciones internas.
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SUSCRIBITEEl compromiso de Banco Galicia con la estrategia de sostenibilidad es evidente, ya que no solo busca integrar prácticas sostenibles dentro de sus propios procesos, sino también fomentarlas en toda la cartera de servicios y clientes que maneja.
“Banco Galicia ha establecido la sostenibilidad como una directriz central en su estrategia”, relató Hernán Busch, gerente de Agronegocios de la empresas, quien estuvo presente en el Congreso de Asesores CREA realizado en la ciudad de Mar del Plata.
“La implementación de un edificio Green Building y la medición de la huella operacional son ejemplos de cómo el banco ha internalizado el concepto de sostenibilidad en su propia estructura. Estos pasos iniciales son fundamentales para establecer una base sólida desde la cual el banco pueda expandir su impacto hacia el exterior”, añadió.
Uno de los aspectos clave en esta estrategia es la atención a los sectores de Energía y Agronegocios, los cuales fueron seleccionados por su relevancia y por el potencial impacto que las prácticas sostenibles pueden tener en ellos.
“El sector agropecuario, en particular, ha sido identificado como una área crucial debido a su importancia económica y al creciente enfoque en la sostenibilidad dentro del ecosistema agro. Banco Galicia reconoce que apoyar al campo en la adopción de prácticas sostenibles es vital para cumplir con las demandas del mercado y mejorar la rentabilidad a largo plazo”, explicó Busch.
Un aspecto interesante de la estrategia del banco es el uso de incentivos, como tasas de interés preferenciales, para motivar a los clientes a adoptar prácticas sostenibles. Aunque el banco enfatiza que el objetivo principal no es simplemente ofrecer un beneficio económico, sino fomentar una cultura de sostenibilidad que se traduzca en un valor real para los productores.
“La tasa preferencial es una herramienta para incentivar el cambio, pero el verdadero valor radica en el impacto positivo de la promoción de sistemas sostenibles, los cuales en el futuro tendrán que ser la norma general”, definió Busch.
Además de la huella de carbono, el banco está interesado en otros indicadores de sostenibilidad, como la huella hídrica y la biodiversidad.
“Estos aspectos complementan la medición de la huella de carbono y proporcionan una visión más completa del impacto ambiental de las prácticas agropecuarias. Aunque el banco no se involucra directamente en la parte técnica de estas mediciones, su papel como facilitador y articulador es crucial para apoyar a los productores en el cumplimiento de estos estándares”, resumió.