La Comisión de Ganadería de CREA está presidida por una dupla integrada por Fausto Brighenti (CREA Río Salado, región Sudeste) y Fernando Líbano (CREA Corralero y Pellegrini-Tres Lomas, región Oeste Arenoso).
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SUSCRIBITELa Comisión de Ganadería de CREA está presidida por una dupla integrada por Fausto Brighenti (CREA Río Salado, región Sudeste) y Fernando Líbano (CREA Corralero y Pellegrini-Tres Lomas, región Oeste Arenoso).
Además de administrar una empresa ganadera que cuenta con un planteo de cría y recría en las localidades bonaerenses de Gral. Belgrano, Las Flores y Pila, Fausto integra una empresa uruguaya de trading especializada en exportar carne vacuna congelada –con y sin hueso– a China desde Argentina, Uruguay y Brasil. Dispone, por lo tanto, de una visión integral del negocio cárnico.
“Estamos siempre atentos a los cambios ocurridos en la Argentina, con sus particularidades, y también a la situación presente en China, que constituye el mercado cárnico más grande del mundo y el que mayor cantidad de proteínas cárnicas importa. A menudo te hacen sentir esa posición que han logrado, especialmente cuando toman decisiones unilaterales que no estamos acostumbrados a afrontar, al no tener una historia de décadas de negociaciones con China”, explica el empresario.
-Si bien durante la primera mitad del siglo pasado se registró una situación similar con el Reino Unido, es la primera vez en décadas que la ganadería argentina tiene un cliente externo dominante. Estábamos acostumbrados a una mayor diversificación de clientes…
-FB: La situación actual es mucho más favorable que la presente en el siglo pasado con los británicos. Durante la primera parte del siglo XX los cortes de exportación eran los más caros; en el país quedaba el costillar, de ahí la tradición del asado y las menudencias, mientras que ahora tenemos un cliente mayoritario que está dispuesto a llevarse categorías de hacienda y cortes bovinos que no son habituales para nosotros y que, además, está dispuesto a pagar por ellos valores muy elevados. Entonces, la ganadería crece sobre bases muy sólidas porque los productos de consumo interno y exportación no compiten entre sí. Eso generó un cambio sustancial en la ganadería argentina que, por ejemplo, valorizó incluso los precios del toro, algo que resultaba imposible de imaginar apenas una década atrás. Eso se explica porque tenemos la posibilidad de vender todo lo que queramos al principal importador de carne del mundo, que está dispuesto a pagar precios muy elevados respecto a la capacidad de pago de otros clientes.
-Pero, como mencionaste, no es sencillo gestionar un negocio con un cliente dominante…
-FB: Nadie puede escapar de eso. China es el primer comprador de carne no solamente para la Argentina, sino también para Brasil y Uruguay, país este último que es el más avanzado en lo que respecta a la integración comercial de la res por la diversidad de mercados a los que tiene acceso (ver gráfico 1).
La carne vacuna logró posicionarse en la dieta china y, lejos de tratarse de una moda, se consolidó como una alternativa más. Durante algún tiempo pensamos que podía tratarse de un fenómeno coyuntural de reemplazo, pero al observar que los precios de la carne bovina se mantenían estables ante la recuperación del stock porcino chino y la consecuente caída del precio de la carne de cerdo, entendimos que estábamos en presencia de un cambio de pautas de consumo que es producto de una transformación cultural. Hoy el consumo de carne vacuna en China se encuentra en torno a los 6 kilogramos por habitante por año y la proyección es que llegará a unos 10 kilos; eso implicaría un aumento del orden de 2 millones de toneladas anuales de carne, lo que sumaría un total de 5,5 millones de toneladas.
Gráfico 1. Evolución de la participación de las exportaciones de carne bovina de Brasil, la Argentina, Uruguay y Paraguay por destino
(Paraguay tiene bloqueado el acceso al mercado chino al reconocer a Taiwán como nación independiente)
-¿Por qué creés que no se produjo un flujo de inversiones de capitales chinos en el sector frigorífico, como sí ocurrió en el sector de commodities agrícolas?
-FB: Eso se explica porque, si bien el mercado chino es muy importante para el sector frigorífico, con China sola no alcanza, porque debe integrar los diferentes productos que componen un animal en el mercado local y en otros mercados externos. Los frigoríficos exportadores tienen una multiplicidad de clientes y esa complejidad no es sencilla de gestionar, especialmente si sumamos las particularidades económicas presentes en la Argentina. La demanda china permite que las plantas industriales sean eficientes por el elevado volumen de procesamiento que aseguran, pero para que las empresas frigoríficas sean rentables es necesario colocar diversos productos en mercados diferentes. El rol de los frigoríficos exportadores, el enorme esfuerzo comercial que hacen, es algo que siempre debemos destacar, especialmente si del otro lado tienen gobiernos que ponen todo tipo de trabas para poder trabajar normalmente.
-Tu experiencia, al estar a ambos lados del mostrador, permite tener una visión integral del negocio.
-FB: Hemos tenido la posibilidad de visitar muchas ciudades y regiones de China para conocer la dinámica presente. Y entendimos desde temprano las oportunidades disponibles, las cuales están lejos de agotarse. Aún falta mucho camino por recorrer porque varios cientos de millones de chinos que viven en áreas rurales tienen que incorporar las nuevas pautas de consumo que se registran en las grandes urbes. Si bien se trata de la nación con la clase media de mayor poder adquisitivo en el mundo, tiene aún un recorrido enorme por delante, el cual, si bien empieza por lo más básico, con el tiempo se va sofisticando. La posibilidad de aportar a la población china una fuente abundante y constante de proteínas capaz de mejorar la salud y el intelecto de los más jóvenes, va de la mano con el hecho de que en esta parte del mundo podamos contar con precios adecuados para promover un crecimiento sostenible de la ganadería.
-El mejor plan ganadero tiene que ver, precisamente, con la posibilidad de valorizar las vacas de descarte con precios nunca antes vistos…
-FB: Exacto. Además de los cortes de vaca que se envían congelados, se estaba armando lentamente un canal comercial de cortes de mayor valor, proceso que se interrumpió con la suspensión de las actividades turísticas generadas por la pandemia del Covid. En ese sentido, Australia hizo una gran inversión para posicionarse como proveedor de cortes vacunos de alta calidad en China, pero, por diferencias políticas entre los gobiernos de ambos países, en los últimos años el país asiático restringió el ingreso de diferentes alimentos de origen australiano, uno de los cuales es la carne vacuna. Al respecto, contamos con una gran oportunidad en el Mercosur, pero tenemos el gran desafío de buscar algún mecanismo de negociación conjunto en el bloque para coordinar el comercio con China.
-¿Como un Tratado de Libre Comercio?
-FB: Puede ser, pero no necesariamente; me refiero más que nada a alinear las negociaciones para equilibrar la situación, porque en la actualidad el gobierno chino negocia con cada planta industrial de manera independiente y eso implica quedar expuesto a una gran discrecionalidad. Si tuviésemos una política coordinada entre Brasil, Uruguay y la Argentina, las diferentes situaciones que pudiesen surgir al comerciar con China, podrían ser gestionadas de manera más inteligente. Está claro que la demanda china no tiene a nadie que la pueda reemplazar, lo que debería obligarnos a pensar en un mecanismo conjunto para coordinar acciones ante situaciones que no son deseables, como puede ser el caso de suspensiones, por parte de las autoridades chinas, a determinados frigoríficos sin que un criterio lógico fundamente tales decisiones. Eso sería fundamental para establecer de manera clara las reglas de juego que permitan profesionalizar las gestiones comerciales con quien es actualmente nuestro principal cliente. Eso sería en beneficio de ambas partes: de los consumidores chinos y de los proveedores del Mercosur.
-¿Qué planes de trabajo tienen en la Comisión de Ganadería de CREA?
-Hace cinco años que integro la Comisión de Ganadería como representante de la región Sudeste y además soy representante de CREA ante el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), donde soy parte de la Comisión de Fomento de Exportaciones. Y a partir del segundo semestre de 2022 presidiré la Comisión de Ganadería de CREA en una dupla con Fernando Líbano. La pandemia nos permitió lograr muchos aprendizajes y si ahora, una vez finalizada, volviéramos a hacer lo mismo que antes, entonces eso sería una evidencia clara de que no aprendimos nada. Nuestro desafío será implementar una metodología de trabajo adaptada a la nueva coyuntura, que sea más eficiente y efectiva, y que combine el valor de la presencialidad con la agilidad y la cobertura de la virtualidad.
-¿Qué temas priorizarán en la agenda de trabajo?
-Creemos que es importante promover la participación de los jóvenes de diferentes regiones ganaderas, además de darle una impronta que favorezca la incorporación de innovaciones y tecnología al sector. En esta misma línea, buscamos incentivar la formación de nuevos líderes que representen al sector en instituciones de interés, con el propósito de construir consensos que permitan agregar valor a la cadena cárnica. En lo que podamos incidir para lograr eso, aunque sean unos pocos granos de arena, lo vamos a hacer.