La familia Griffa se propuso un desafío: transformar un campo de invernada del norte de Córdoba en un sistema intensificado de cría que pueda competir con la actividad agrícola.
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SUSCRIBITELa familia Griffa se propuso un desafío: transformar un campo de invernada del norte de Córdoba en un sistema intensificado de cría que pueda competir con la actividad agrícola.
Se trata del establecimiento La Madreselva, localizado en las inmediaciones de la Laguna Mar Chiquita, que es el mismo nombre de la cabaña Limousin gestionada por Agroganadera Griffa, empresa integrante del CREA Ganadero del Noroeste (región Córdoba Norte).
La empresa realiza un ciclo completo integral: cabaña, cría, recría, invernada, comercialización de novillos pesados y exportación de carne en el marco de la cuota Hilton con destino a la Unión Europea.
El establecimiento La Madreselva de 711 hectáreas cuenta con suelos clase IV a VII que presentan limitaciones por salinidad y sodio. El régimen promedio histórico de precipitaciones es del orden de 900 milímetros anuales, aunque en el ciclo 2022/23 fue de apenas 600.
Con el propósito de intensificar la cría para que logre tener niveles de eficiencia comparables a los de la recría y la invernada, se procedió a introducir un sistema de alimentación similar al presente en un tambo: pasturas base alfalfa de alta productividad complementadas con verdeos y silaje de maíz.
Simultáneamente, se implementó una nueva metodología orientada a sistematizar procesos con el propósito no sólo de mejorar la gestión de los recursos disponibles, sino también de homogeneizar la conformación y calidad de la hacienda. El compromiso y la dedicación del equipo de trabajo resultó fundamental para poder instrumentar esa transformación.
Se encaró un cambio gradual que comenzó en 2018/19 con la inseminación de vaquillonas y el repaso de toros durante un período de 91 días para obtener una preñez del 91% y un período de parición que se extendió durante 94 días. En la siguiente campaña el servicio con toros –posterior a la inseminación– se ajustó a 72 días para obtener una tasa de preñez del 84%, pero con un período de parición que se comprimió a 74 días. Ese proceso continuó en los siguientes ejercicios.
“En la campaña 2022/23 por primera vez se llegó al servicio de 43 días con IATF (Inseminación Artificial a Tiempo Fijo) más repaso y la meta para 2023/24 es que sea de 30 días”, explicó Osvaldo W. Luna, asesor del CREA Ganadero del Noroeste, durante un evento en formato virtual organizado esta semana por la Comisión de Ganadería de CREA.
La concentración de las pariciones, además de eficientizar la carga de trabajo –generando un mejor clima laboral–, permite ubicar ese proceso clave en el momento del año con menor riesgo de inundaciones y/o anegamientos.
Las vaquillonas se entoran con 15 meses de edad y se recrían a corral. Las terneras parte se reponen y parte se engordan para terminarse con unos 420 kilogramos de peso, mientras que los machos – novillos y machos enteros (MEJ)– salen del establecimiento con 550 kilos.
Las vacas paren en el rastrojo de maíz en el cual se confecciona el silaje. El porcentaje de preñez, que se había ubicado en 2020/21 y 2021/22 en un 89%, en 2022/23 descendió al 82% a causa de un inconveniente con la IATF en un rodeo de vaquillonas de 15 meses.
“El sistema tiene un alto volumen de vaca descarte porque el propósito es realizar una elevada presión genética –con el foco puesto en la fertilidad– y disponer de animales para vender con destino a exportación”, remarcó Osvaldo. Las vacas se comercializan con un peso de alrededor de 500 kilogramos.
Con el destete precoz e hiperprecoz –dependiendo de las categorías– la disminución de los requerimientos nutricionales de las vacas permitió ir incrementando la carga animal. En ese marco, a pesar de la restricción hídrica presente en las últimas dos campañas, se procedió a aumentar la carga animal en base a un uso intensivo de las alfalfas y de la suplementación, lo que llevó la producción de carne a 624 kg/ha en el ejercicio 2022/23.
Considerando un costo de oportunidad de la tierra de 6,5 qq/ha, el planteo generó en el último lustro margen bruto favorable entre 2018/19 y 2020/21, mientras que en 2021/22 generó una leve diferencia positiva y en 2022/23 una pérdida moderada, la cual no sólo se explica por el desastre climático, sino también por el impacto del aumento del precio interno de la soja promovido por los regímenes cambiarios denominados “dólar soja”.
Se realiza un seguimiento individual de cada ternero/ra con el propósito de medir la conversión en un sistema de creepfeeding (suplementación al pie de la madre), de manera tal de evaluar la ganancia de peso de los ejemplares obtenidos con diferentes líneas genéticas. “El ejercicio 2022/23, que fue más bien seco, el impacto de creepfeeding en los terneros fue mucho más marcado que en campañas con mayor humedad”, resaltó el asesor CREA.
El rendimiento promedio en gancho de la vaca Limousin es del 61%, lo que representa un valor agregado importante para esa unidad del negocio. “La Limousin es una raza que, entre otros beneficios, permite maximizar el ingreso del negocio cárnico en los sistemas de cría”, resume Osvaldo.