25 de marzo de 2024 en Buenos Aires

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Financiamiento: alternativas para encarar la campaña 2023/24

En un año electoral la recomendación general es emplear una cartera diversificada de instrumentos de financiamiento.

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Por CREA Área de Economía

Si bien la campaña 2022/23 resultó muy afectada por un desastre climático sin precedentes, las condiciones presentes en el mercado argentino dieron lugar al surgimiento de alternativas de financiamiento interesantes para encarar la siembra del ciclo 2023/24.

Un aspecto a considerar es que la restricción de divisas podría tornarse mucho más severa en 2023; al momento de otorgar dólares a importadores las autoridades monetarias podrían priorizar otros sectores en función de diferentes factores. En ese contexto, el adelantamiento de la compra de insumos podría tornarse una variable crítica ante la incertidumbre presente en el frente cambiario.

En el marco actual, para muchas empresas agrícolas la primera alternativa financiera consiste en aprovechar todos los créditos disponibles en pesos con tarjetas bancarias agropecuarias y líneas de financiamiento para la inversión productiva de MiPyME.

El problema de tales alternativas es que, según lo dispuesto por la Comunicación “A 7720” del Banco Central (BCRA), aquellas empresas agrícolas que no puedan demostrar que han vendido más del 95% de la cosecha de soja deberán abonar una tasa de interés mínima del 120% anual de la tasa de Política Monetaria del BCRA, lo que determina que esas herramientas no sean tan atractivas.

Mientras que en marzo pasado la restricción regía para la cosecha de soja 2021/22, a partir del 1° de abril –con el comienzo del nuevo ciclo– ésta empezó a aplicarse a la cosecha 2022/23, por lo tanto, pasó a incluir a casi todas las empresas agrícolas, con lo cual las oportunidades de financiamiento en pesos se tornaron más restrictivas.

“Una herramienta que está siendo muy empleada es la utilización de pagarés bursátiles denominados en dólares, los cuales, con plazos de un año o más, pueden tener tasas nominales de 0 a 1,5% anual, dependiendo del perfil de la empresa en cuestión”, explica Guadalupe Gardiol, gerente financiera de Allaria Agrofinanzas.

La especialista recomienda que los empresarios agrícolas tengan las carpetas con las respectivas calificaciones ya gestionadas para aprovechar las oportunidades que aparezcan, dado que, además de ser muy volátiles, éstas suelen ser cubiertas con gran rapidez.

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Guadalupe Gardiol, gerente financiera de Allaria Agrofinanzas.

Guadalupe Gardiol, gerente financiera de Allaria Agrofinanzas.

Otra alternativa es emplear el descuento de cheques en pesos avalados por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para dejar abierta esa posición y esperar que el tipo de cambio oficial (a partir del cual se liquidarán los granos) evolucione por encima de la tasa de interés asumida. Otra opción es calzar la tasa asumida con contratos de futuros de dólar, de manera tal que, si la tasa implícita en dichos contratos resulta menor que la asumida en los créditos en pesos, la tasa de interés real asumida termine siendo negativa.

“La SGR de Allaria, Argenpymes, dispone de una capacidad prestable de hasta 550 millones de pesos por CUIT; un monto importante para las necesidades de financiamiento que habrá en la presente campaña”, apunta Gardiol.

Con respecto a la gestión de liquidez de corto plazo, la recomendación es emplear colocaciones en Fondos Comunes de Inversión (FCI) money market (que invierten la mayor parte del capital en plazos fijos y cauciones), los cuales, si bien no logran cubrir la inflación, al menos evitan que se deprecie totalmente el capital por efecto de la aceleración inflacionaria.

“La colocación de liquidez en un FCI permite evitar el pago del impuesto a los débitos y créditos bancarios al momento de realizar una transferencia”, recuerda la especialista de Allaria Agro.

En cuanto a la gestión de liquidez de mediano plazo, vale recordar que el BCRA, por medio de la Comunicación “A 7609”, dispuso desde septiembre del año pasado que las empresas agrícolas que hayan vendido soja en el marco del régimen conocido como “dólar soja” (Programa de Incremento Exportador) no pueden acceder al mercado de cambios para realizar compras de moneda extranjera.

“De todas maneras, los accionistas de las empresas, al momento de recibir dividendos o préstamos por parte de la sociedad pueden adquirir divisas en el mercado bursátil local (MEP) o externo (“contado con liquidación” o CCL) en nombre propio”, señala Gardiol.

Otra posibilidad para proteger el capital son las Obligaciones Negociables (ON) de empresas líderes bajo legislación local, que se pueden adquirir en pesos y amortizar en dólares físicos al tipo de cambio MEP del momento.

“También existe la alternativa de colocar liquidez en títulos públicos a tasa fija (Ledes), dollar linked, ajustados por CER (inflación) o duales (dollar linked o CER). En un año electoral la recomendación general es emplear una cartera diversificada de instrumentos”, concluye Gardiol.

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