15 de septiembre de 2025 en Buenos Aires

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Uso agropecuario de drones: una tecnología que llegó para quedarse

Nuevas tecnologías. Uso agropecuario de drones: una tecnología que llegó para quedarse. Posibilidades de uso, según el consultor Rodrigo Becerra.

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Por CREA Región Centro

Nuevas tecnologías: drones de uso agropecuario

En los últimos años el uso de drones en la actividad agropecuaria ha dejado de ser una novedad para convertirse en una herramienta más que puede ofrecer soluciones para necesidades específicas.

“Cuando comencé a trabajar con los primeros drones que llegaron a la Argentina en un principio hacía tareas como inventarios forestales, pero las funcionalidades evolucionaron mucho para abarcar muchas más posibilidades”, explicó Rodrigo Becerra, consultor agropecuario especializado en drones, durante una charla ofrecida en la jornada técnica empresaria realizada por la región CREA Centro.

Gracias a los drones de mapeo, por ejemplo, hoy podemos obtener datos con una precisión altimétrica que presenta un margen de error de apenas 10 centímetros, algo que anteriormente solo se lograba con equipos costosos y procedimientos engorrosos.

“Con un bajo costo es posible acceder información vital para planificar curvas de nivel, controlar la erosión hídrica y definir con claridad las zonas productivas del campo”, apuntó Rodrigo en el marco del evento realizado en la Sociedad Rural de Río Cuarto, que contó con la presencia de más de 350 asistentes.

El especialista relató un caso testigo relativo a un campo ganadero de 2500 hectáreas que fue reconvertido en agrícola. Allí, se diseñó un esquema de curvas de nivel para convertir pastizales degradados en áreas aptas para la siembra de cultivos.

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Rodrigo Becerra

Rodrigo Becerra

“Con el mapeo obtenido por drones, se pudieron ambientar correctamente los lotes, delimitar caminos, áreas de siembra y zonas de conservación”, explicó.

Una de las aplicaciones más sorprendentes ha sido la detección de vizcacheras. En regiones ganaderas, estos animales representan una amenaza constante tanto para el ganado como para la maquinaria.

Por otra parte, en zonas serranas, donde el acceso es limitado y las labores terrestres presentan dificultades, los drones se han convertido en aliados clave del desarrollo productivo.

La posibilidad de implantar semillas de pasturas en laderas con una tasa de éxito elevada representa una solución. Mediante la ambientación previa del terreno, es posible definir la estrategia de siembra aérea para maximizar el aprovechamiento de cada ambiente.

Aplicaciones selectivas

Otro uso cada vez más común es el de las aplicaciones selectivas. Los drones, combinados con sistemas de prescripción variable, permiten aplicar fitosanitarios únicamente en las áreas que lo requieren, especialmente cuando se trata de “manchoneos” que no justifican el uso de una pulverizadora terrestre.

La dispersión de sólidos, como cebos para el control de plagas, es otra función destacada. En experiencias realizadas en San Luis se detectó que la efectividad del tratamiento, dado que con los drones la dispersión puede ser más homogénea y dirigida, mejorando así el control.

En lo que respecta a la siembra de cultivos de cobertura, los drones han demostrado ser una herramienta especialmente útil en pequeñas superficies, donde el uso de aviones no es viable por cuestiones logísticas y de costo. Para áreas de unas pocas decenas de hectáreas, los drones permiten una siembra al voleo eficiente y rápida.

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Dron de uso agropecuario

Dron de uso agropecuario

“Al incorporar cultivos de cobertura, la diferencia de sembrar con Altina o con dron es económica, pero cuando se incorpora el análisis del pisoteo y pérdida de rendimiento –que puede ser del 2-4% del cultivo– el dron resulta una alternativa competitiva”, resaltó.

La incorporación de cámaras multiespectrales ha llevado el monitoreo de cultivos a un nuevo nivel, ya que los drones pueden ayudar a detectar el estado sanitario de los cultivos, identificar estrés hídrico, plagas específicas –como la arañuela– o la aparición de malezas en estadios tempranos. Esta tecnología genera mapas de alta resolución que, al ser procesados por software especializado, devuelven capas de información georreferenciada. De esta manera, es posible diseñar estrategias de control dirigidas.

La autonomía de vuelo sigue siendo un desafío: la mayoría de los drones actuales tiene una duración de batería de entre 10 y 20 minutos, dependiendo de la carga. Además, el viento puede afectar la estabilidad y precisión de las aplicaciones, por lo que muchas veces los vuelos deben realizarse en horarios nocturnos o durante la madrugada, cuando las condiciones son más estables. A pesar de ello, ya existen drones más grandes y robustos que permiten cubrir mayores superficies con eficiencia.

“Actualmente hay más de 1000 drones registrados en la Argentina y se estima que para 2027 esa cifra podría superar los 20.000. Esta tecnología llegó para quedarse y representa una solución para muchas situaciones”, resumió.

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