En los últimos años comenzaron a aparecer brotes de sarna en rodeos bovinos de la región pampeana y eso encendió las alarmas porque se trata de una enfermedad que, si no se trata a tiempo de manera adecuada, puede promover pérdidas enormes.
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SUSCRIBITEPautas para controlar sarna. Recomendaciones de César Fiel ofrecidas en el evento en línea “Atardecer Ganadero” organizado por la región CREA Sudoeste.
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SUSCRIBITEEn los últimos años comenzaron a aparecer brotes de sarna en rodeos bovinos de la región pampeana y eso encendió las alarmas porque se trata de una enfermedad que, si no se trata a tiempo de manera adecuada, puede promover pérdidas enormes.
La sarna bovina, causada por el ácaro Psoroptes ovis var. bovis, es una parasitosis común en regiones de clima templado con prevalencia en el período invernal. La enfermedad se transmite por contacto entre animales y provoca lesiones cutáneas graves, lo que agrava la situación debido al corto ciclo biológico del ácaro, que se extiende de diez a doce días.
El año pasado los veterinarios César Fiel, Nicolás Fiel y Pedro Steffan llevaron a cabo una encuesta entre colegas para intentar determinar qué está sucediendo en los campos en lo relativo a los controles contra sarna.
Los consultores detectaron en la encuesta que el 70% de los tratamientos no eran verificados postratamiento y que apenas el 15% lo hacía y de manera ocasional.
“Las cifras subrayan la necesidad de una mayor intervención profesional en el control de la sarna, desde la aplicación de tratamientos hasta la verificación de su eficacia”, comentó Fiel durante una charla ofrecida en el evento en línea “Atardecer Ganadero” organizado por la región CREA Sudoeste.
Por otra parte, la mitad de los 174 profesionales consultados indicó que los tratamientos fallidos se atribuían a problemas de manejo y una inadecuada aplicación de antiparasitarios.
“Encontrar el antisárnico más efectivo es la clave y aplicarlo bien es el paso siguiente: con eso podríamos controlar la enfermedad sin mayores problemas”, comentó Fiel. “La aplicación correcta es la subcutánea y muchos de los que trabajan en el manga no lo saben porque nadie se los ha explicado”, añadió.
Si bien es factible que en algunos de los casos informados se hayan presentado situaciones de resistencia a los antisárnicos, el especialista indicó que el primer factor por consolidar es el adecuado manejo sanitario.
Para eso resulta indispensable hacer controles post tratamiento con raspajes, de manera tal de corroborar si existe presencia de ácaros o no tres o cuatro semanas después del tratamiento. “Si aparecen ácaros, luego habrá que determinar qué es lo que falló, si es la aplicación o el producto”, afirmó.
Para prevenir y erradicar la sarna, Fiel recomendó implementar un programa basado en un diagnóstico preciso, la aplicación adecuada de tratamientos, el manejo correcto de los animales y una verificación rigurosa de la eficacia postratamiento. En casos con fallas reiteradas y en sistemas de engorde intensivo, también sugirió considerar la construcción de bañaderos para relizar inmersiones estratégicas.
“Sólo un animal no tratado o subdosificado determina el fracaso del tratamiento y expone al rodeo a problemas recurrentes de la enfermedad”, advirtió.
Las lesiones de sarna en las vacas a veces se piensa que se “curan”, pero en realidad la población de ácaros se reducen al mínimo y migra a las partes bajas del cuerpo del animal. Posteriormente, los terneros se contagian por contacto estrecho (especialmente cuando están mamando) y, si bien no desarrollan sarna clínica (“sarna oculta”), quedan infestados con ácaros y la enfermedad se evidencia durante la recría.
El especialista además dijo que se debería determinar la eficacia de los endectocidas (IVM-DRM) sobre sarna en cada establecimiento, chequear la eficacia con muestreos de piel y aislar y tratar rápidamente brotes en corrales y potreros, además de verificar alambrados linderos deficientes que puedan promover el ingreso de animales vecinos infectados.