“Luego de un 2024 durísimo, la situación actual es aceptable con una demanda sostenida en el mercado interno que permite mantener precios firmes del capón a pesar de una suba del ingreso de carne porcina proveniente de Brasil”, comenta Juan Pablo Cerini de El Hinojo, empresa integrante del CREA Victoria (región Litoral Sur) que cuenta con una granja porcina y una red de carnicerías propias (“La Porca”) en Entre Ríos.
Gran parte de la demanda local se sostiene gracias al hecho de que el precio de la carne porcina es muy competitivo con respecto al de la carne vacuna y aviar, lo que impulsa decisiones de compra en un contexto general con presupuestos familiares acotados.
Importar o no importar porcinos, un factor decisivo
“Cuando llega el frío la demanda de la industria de fiambres y chacinados es un factor clave para sostener los precios del capón y si gran parte de la misma es cubierta con importaciones, entonces el sector porcino puede llegar a experimentar un invierno complicado”, señala Juan Pablo.
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Importaciones y exportaciones de carne porcina. Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
El rol de la apreciación cambiaria
La apreciación cambiaria, si bien permitió valorizar el precio del producto en el mercado interno medido en dólares, también está propiciando un incremento de las importaciones brasileñas de carne porcina. Vale recordar al respecto que las granjas brasileñas pueden emplear un promotor de crecimiento muscular, la ractopamina, que no está habilitado por la Argentina.
La relación maíz/capón, luego de registrar un nivel muy desfavorable en gran parte del año pasado, en los últimos meses mejoró de manera notable y se mantiene en la actualidad bastante por debajo del promedio histórico reciente.
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Evolución de la cantidad de kilogramos de capón necesarios para adquirir un kilogramo de maíz. Promedios mensuales
Luces y sombras de un sector con potencial
“Un escollo importante para el sector es la ausencia de financiamiento accesible y adecuado para realizar inversiones que permitan incrementar la oferta de carne porcina”, apunta el empresario entrerriano.
Otro de los reclamos realizados por el sector es el relativo a la modificación del IVA al 10,5% para la carne de cerdo, el cual comenzó a regir en 2018 para equiparar su situación con la presente en la carne vacuna. Eso provocó que muchas empresas del sector porcino pasasen a tener saldos técnicos de IVA imposibles de recuperar porque las inversiones –que son cuantiosas– se realizan en su mayor parte con insumos y servicios que tributan una alícuota del 21%.
“Los indicadores muestran que, más allá de los sobresaltos coyunturales promovidos por factores macroeconómicos, la carne porcina ya forma parte de la mesa familiar de los argentinos”, explica Manuel Nicolás, gerente Producción y Comercialización de Cerdos de Lartirigoyen y Cía, empresa integrante del CREA Atreuco (región Oeste Arenoso).
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Evolución del consumo mensual estimado por persona de carne porcina. Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
“En el mundo el cerdo está estructurado en base a economías de escala y en la Argentina tenemos que seguir ese mismo camino. Tenemos grandes desafíos por recorrer en el desarrollo del negocio exportador, que es esencial para lograr una buena integración de la res porcina”, añade.
Para intentar subsanar ese inconveniente, cinco empresas porcinas (Lartirigoyen, Las Lilas, Las Taperitas, La Payana, Los O’Dwyer y Llorente Hnos) crearon el año pasado el Grupo 5L, que ya cuenta con tres centros de distribución minorista y mayorista de carne fresca y fiambres con marca propia (“Tropa”) en las localidades bonaerenses de Pilar, Caseros y San Miguel.
Además, el Grupo 5L está construyendo, en sociedad con la empresa Cabaña Argentina, un frigorífico clase I y II (faena y desposte) en la localidad bonaerense de Gral. Las Heras, el cual comenzaría a funcionar hacia mediados del presente año.
“Estamos despachando semanalmente entre 200.000 y 240.000 kilogramos de mercadería y cuando esté habilitado el frigorífico podremos seguir expandiendo la producción y comercialización de cortes frescos y fiambres”, comenta Ian O`Dwyer, gerente general de Los O`Dwyer (integrante del CREA Victoria) y director del Grupo 5L.
Luego de realizar las primeras experiencias de exportación en el último año, con la puesta en marcha del frigorífico el Grupo 5L espera poder incrementar la oferta exportable de productos porcinos. “Este año pondremos un stand en las ferias SIAL de China y Anuga de Alemania con el propósito de comenzar a desarrollar canales de exportación sólidos”, remarca Ian.
“El hecho de contar con un frigorífico habilitado para todos los mercados disponibles nos permitirá gestionar el comercio exterior de una manera competitiva y eficiente”, agrega. El Grupo 5L cuenta con varios proyectos más en carpeta para darle valor agregado a la producción propia de porcinos.
Pasos para crecer
Para poder consolidar al sector un aspecto fundamental es la apertura de nuevos mercados de exportación. En ese sentido, existe un pedido de habilitación de ingreso de menudencias y subproductos porcinos realizado a China que hace años que está en proceso de evaluación por parte de las autoridades sanitarias de la nación asiática y que resultaría clave para el sector. Actualmente la Argentina tiene autorizado el envío a China sólo de carne de cerdo con hueso.
En la agenda sectorial, por otra parte, está en los primeros lugares el factor sanitario luego de que se detectaran varios brotes de la Enfermedad de Aujeszky (EA), que se encuentra de manera endémica en la Argentina y afecta a la producción porcina, pero –al igual que la aftosa en los bovinos– es completamente inofensiva para el consumo humano y se soluciona de la misma manera: vacunando.
Un brote registrado a finales de 2023 en el establecimiento porcino más grande del país encendió las alarmas en el sector. A pesar de contar con estrictas medidas de bioseguridad, el virus logró ingresar, dejando en evidencia la latencia de la enfermedad y generando preocupación entre los productores. La situación se complicó aún más cuando los predios afectados se encontraron con la falta de vacunas para frenar de manera rápida y efectiva el brote.
Aunque el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tenía aprobada una vacuna contra la EA, ésta ya no se encontraba en producción y su stock era prácticamente inexistente. En respuesta a esta emergencia sanitaria, la Federación Porcina Argentina, institución representativa del sector productivo primario porcino, gestionó la importación de 1.200.000 dosis de la vacuna contra la EA con carácter de excepción, que se dio en un contexto de cambio de gobierno y restricciones para las importaciones.
Además, junto a su equipo técnico de sanidad, la Federación Porcina desarrolló un Plan de Acciones para la Erradicación de la Enfermedad de Aujeszky. Este plan fue presentado en agosto de 2024 ante las máximas autoridades del Senasa y ratificado en octubre del mismo año ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, demostrando la voluntad política de avanzar hacia la erradicación de esta enfermedad.
Sin embargo a la fecha, pese a nuevos brotes reportados, el Senasa aún no logró implementar el plan sanitario en cuestión, el cual resulta esencial para poder controlar la enfermedad de manera apropiada. “Confiamos en que pronto podremos contar con un plan sanitario por parte del Senasa, el cual será financiado en su totalidad por el sector privado”, indica Agustín Seijas, director ejecutivo de la Federación Porcina Argentina.