En 2018 fue mamá por primera vez y en 2022 nació su segundo hijo. “Antes del nacimiento de mi primera hija, era millonaria en tiempo y luego ya no, razón por la cual comencé a gestionar con mayor nivel de detalle y análisis la información con el propósito de tomar decisiones más efectivas”, remarca María Paula.
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María Paula García Fuentes
Así es como, un año después, comenzó a realizar una capacitación con el fin de implementar un programa de gestión informático para llevar los números con mayor claridad. No se trató de una tarea fácil porque requirió (y requiere) mucha disciplina. Pero luego de un tiempo logró, con la ayuda de un auxiliar administrativo, concentrar todos los datos de interés en el sistema de gestión.
“El hecho de disponer de información con anticipación suficiente permite conocer la situación comercial, financiera y patrimonial y, de esa manera, contar con un margen de acción al detectar desvíos de lo planificado, además de poder generar con mayor precisión reportes sistematizados con información clave”, señala María Paula.
“Si bien como agrónomos siempre vamos a estar más inclinados por lo productivo, creo que los empresarios agropecuarios tienen que poder disponer de toda la información clave para poder tomar decisiones destinadas a cumplir con las metas propuestas”, añade.
“La ganadería integrada con la agricultura es fundamental para consolidar la solidez de una empresa al garantizar un flujo de fondos más sólido en coyunturas complicadas”, resume María Paula.
Tecnología: de caravanas electrónicas y gestión de datos
María Paula afirma que la integración de tecnologías como las caravanas electrónicas y la inteligencia artificial no solo está revolucionando nuestra manera de operar, sino también el modo en que comprendemos nuestros sistemas productivos.
Hace aproximadamente cuatro años comenzó a trabajar con caravanas electrónicas y desde entonces no paró de aprender y mejorar. “Empezamos con las vacas y ahora no existe animal en el campo que no tenga caravana electrónica”, explica.
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El 100% del rodeo cuenta con caravanas electrónicas
En ese camino, uno de los avances más importantes fue el uso del bastón lector de caravanas, una herramienta que, bien configurada, permite transformar datos en decisiones. Pero el bastón, como toda herramienta, necesita tener un propósito.
“Hay que saber qué queremos que nos devuelva. No sirve de nada acumular datos si no están guiados por objetivos claros. Como siempre digo: la inteligencia artificial puede hacer muchas cosas, pero necesita una buena pregunta. La clave está en el para qué”, remarca la empresaria.
“Un error común es creer que incorporar tecnología es sinónimo de eficiencia automática. Nada más alejado de la realidad. Lo esencial es definir objetivos claros y diseñar un plan de acción. Nosotros aprendimos a base de prueba y error. Configurar el bastón para que capture los datos relevantes, organizar esa información y convertirla en advertencias prácticas en el campo fue un proceso progresivo, lleno de ajustes. Pero también fue profundamente enriquecedor”, añade.
El bastón se emplea para registrar y gestionar datos de cada uno de los integrantes del rodeo: categoría, diente, tacto, servicio y peso, entre otros factores. Todo esto se configura desde el bastón True Test, que permite trabajar con datos de vida para poder hacer un seguimiento de la historia de cada individuo. “Esto nos permite saber con precisión el historial de cada individuo y tener una mayor capacidad de respuesta a la hora de tomas decisiones a campo”, afirma.
A partir de los datos recolectados, los cuales se descargan en una computadora portátil con el formato CVS, los mismos se analizan para generar tableros de control en formato Excel, de manera tal de poder visualizar tendencias, evaluar resultados y rediseñar estrategias productivas. No es magia, sino método.
“El poder del dato se materializa cuando lo procesamos y lo transformamos en información útil. Desde el seguimiento individual hasta la sanidad y el control de servicios, todo puede y debe medirse si queremos mejorar”, explica María Paula.
Una de las herramientas más potentes del sistema es la generación de advertencias: pequeños resúmenes de texto de hasta 32 caracteres que funcionan como recordatorios críticos en la manga.
“Un código puede ser, por ejemplo, VP IATF, que es vaca preñada por inseminación, o cualquiera que consideremos relevante para la toma de decisiones a campo: vaca vacía, número de lote designado, vacas rechazo y su causa, etcétera; el criterio por implementar depende de la creatividad y la necesidad presente en cada empresa.. Así, el bastón deja de ser sólo un lector y se convierte en un asistente de decisiones”, comenta.
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Funciones del bastón lector de caravanas electrónicas
“La clave de esta metodología de trabajo es ser constante. Se puede usar para cría, invernada, sanidad, lo que quieran, pero el uso debe adaptarse a las necesidades y objetivos de cada empresa”, asegura.
Uno de los grandes beneficios de este enfoque es la agilidad. “En una mañana, con un equipo de tres personas, podemos pesar, vacunar y apartar 300 animales con precisión y sin errores. Atrás quedaron los tiempos de gritar números de caravanas, anotar a mano en una libreta mojada o tratar de descifrar una letra ilegible en la oficina. El dato electrónico es rápido, confiable y seguro”.
Pero también hay que ser sinceros: no todo es tan simple como parece. Configurar bien el bastón, ajustar las plantillas, corregir errores, volver a cargar datos mal configurados –entre otras tareas indispensables– requiere constancia y compromiso. “También se necesita paciencia y flexibilidad, para aceptar que a veces nos equivocamos y necesitamos reconfigurar todo desde cero. La clave está en no frustrarse, seguir adelante y aprender del proceso. Cada paso que damos nos acerca a un manejo más eficiente”, afirma.
“Donde no se mide, existe un espacio de ceguera. Lo que no vemos, no lo estamos gestionando. Y lo que aún no gestionamos, es donde reside nuestra mayor posibilidad de mejora. Hoy, más que nunca, el desafío no es solo producir, sino producir con inteligencia. Y para eso, debemos empoderar al dato, integrar la tecnología y, sobre todo, tener claridad sobre qué queremos lograr”, resume María Paula.
La empresaria indica que la tecnología está a nuestro alcance y no es sólo para grandes empresas ni para quienes tienen todos los recursos. “Está para quienes se animan a preguntar, probar, equivocarse y seguir”.