Con frecuencia se menciona la importancia de generalizar la tecnología del riego en el país para promover el valor agregado en origen. Los grupos CREA de la región Córdoba Norte pueden dar un testimonio al respecto.
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SUSCRIBITECon frecuencia se menciona la importancia de generalizar la tecnología del riego en el país para promover el valor agregado en origen. Los grupos CREA de la región Córdoba Norte pueden dar un testimonio al respecto.
El rendimiento de soja de primera en secano en la región CREA Córdoba Norte fue en 2022/23 de 11,8 qq/ha, la cifra más baja del registro histórico y un 60% menor al promedio histórico regional de 29,6 qq/ha.
En lo que respecta a la soja de primera bajo riego, con una media aportada de 192 milímetros, el rendimiento fue en la última campaña de 25,8 qq/ha versus una media histórica de 37,5 qq/ha. En el caso de la soja de segunda bajo riego, con una media de 165 milímetros regados, el promedio se ubicó en 22,1 qq/ha versus un promedio histórico de 31,1 qq/ha.
Las fechas de siembra tanto de primera como de segunda se ubicaron en los rangos óptimos, mientras que los cultivares empleados fueron los más aptos para cada una de las subzonas presentes en la región.
“Ensayos comparativos realizados en la región en 2022/23 mostraron una diferencia de apenas cuatro quintales por hectáreas entre las variedades más y menos destacadas, lo que indica que prácticamente no hubo variación de rendimiento en términos estadísticos”, explicó este miércoles Gustavo Zamora, asesor del CREA Laguna Larga, durante una jornada de actualización técnica realizada en la sede de la Asociación de Bomberos de la ciudad de Arroyito.
Es decir que el impacto del desastre climático fue tan significativo que no hubo herramientas agronómicas disponibles para intentar defenderse del mismo.
En cuanto a maíz temprano en secano, el rendimiento promedio regional en 2022/23 fue de 33,6 qq/ha, también el más bajo de la serie histórica, y un 53% menor a la media regional histórica de 71,3 qq/ha.
El maíz temprano bajo riego, que recibió una media de 300 milímetros, logró obtener un rendimiento promedio regional de 92,2 qq/ha versus una media histórica de 100,0 qq/ha. En este caso, el hecho de haber priorizado el regado del cereal en desmedro de otros cultivos –la sequía fue tan intensa que hubo que elegir– permitió mantener la productividad de maíz en niveles razonables.
En tanto, el maíz de segunda, con un aporte medio de 232 milímetros, logró un promedio regional de 78,4 qq/ha versus un rendimiento promedio histórico de 88,7 qq/ha.
“Además de contar con un diseño agronómico adecuado, estamos siendo cada vez más eficientes en el uso del riego, lo que representa un valor agregado clave para la región”, comentó Tomás Budeguer, asesor del CREA Leopoldo Lugones.
“El riego permite estabilizar los sistemas productivos y los ingresos de las empresas; se trata de una tecnología clave para consolidar la sostenibilidad en la región”, añadió.
A diferencia de lo que sucedió con la soja, en el caso del maíz los ensayos realizados por los grupos CREA de Córdoba Norte en 2022/23 sí mostraron una serie de híbridos que se comportaron mucho mejor ante situaciones de restricciones hídricas.
“Cada una serie de años debemos afrontar campañas muy complicadas climáticamente y es poco lo que podemos hacer para gestionar esa circunstancias en términos agronómicos, aunque sí podemos preparar a las empresas para afrontar esos escenarios en términos financieros y económicos”, resumió Gustavo Zamora.