En la Estancia La Sofía se realizó recientemente el taller "Espacios de conservación y prácticas de manejo”. El establecimiento pertenece al productor Michael Dover, integrante del grupo CREA Arroyo del Medio de la región Norte de Buenos Aires. Participaron del encuentro productores y técnicos de las regiones de Norte de Buenos Aires, Sudeste, Oeste arenoso, Oeste y Este, además de unos 20 investigadores de INTA de diferentes institutos de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, FAUBA y CONICET. Juntos abordaron distintas situaciones presentes en el campo; además, identificaron oportunidades de mejora referidas a diferentes aspectos de la biodiversidad (vegetación y diferentes grupos de fauna, como insectos, aves, anfibios y mamíferos) en establecimientos piloto de productores CREA de la región pampeana.
La actividad consideró dos grandes ejes: espacios de conservación y prácticas de manejo. La labor surgió a partir del trabajo conjunto entre el proyecto InBioAgro de CREA, la iniciativa nacional Evaluación, Monitoreo y Manejo de la Biodiversidad en Sistemas Agropecuarios y Forestales de INTA, y Valoración de la biodiversidad en paisajes rurales, de la FAUBA. La actividad consideró dos grandes ejes: espacios de conservación y prácticas de manejo. La labor surgió a partir del trabajo conjunto entre el proyecto InBioAgro de CREA, el proyecto nacional Evaluación, Monitoreo y Manejo de la Biodiversidad en Sistemas Agropecuarios y Forestales de INTA, y el proyecto sobre Valoración de la biodiversidad en paisajes rurales de la Facultad de Agronomía de la UBA.
“Este es el primer paso para identificar e implementar mejoras en los establecimientos productivos con el fin de incrementar la biodiversidad. InBioAgro es un proyecto de largo plazo, que se propone trabajar en campos piloto de todas las regiones, con el acompañamiento de instituciones de investigación como INTA, FAUBA y CONICET. En 2023 esperamos iniciar un primer monitoreo de indicadores que permitan evaluar el estado de la biodiversidad y el impacto de dichas mejoras”, comentó Federico Fritz, líder del proyecto Indicadores Ambientales, del Área de Ambiente (CREA).
Por su parte, Natalia Fracassi, investigadora de la EEA Delta (CRBN) y coordinadora del Proyecto de Biodiversidad de INTA, señaló que el taller forma parte de una línea de investigación-acción participativa en el marco de la cual se implementan prácticas de manejo en agroecosistemas a diferentes escalas (de sitio, establecimiento y paisaje) para valorar los servicios y funciones de la biodiversidad asociadas al agroecosistema con el fin de mejorar o revertir los impactos sobre la misma. Esta temática colabora además para que los sistemas productivos accedan tanto a algunas certificaciones ambientales como a ciertos mercados internacionales que hoy exigen un compromiso mayor en relación al cuidado del ambiente.
A su turno, Santiago Poggio, investigador de IFEVA-CONICET y la FAUBA, presentó resultados de las actividades de monitoreo de la biodiversidad en campos CREA de la región del Norte de Buenos Aires realizadas junto a su equipo, en especial aquellas desarrolladas junto con el grupo “Arroyo del Medio”, asesorado por Juan Radrizzani. Destacó en primer término la contribución de las vías vegetadas para sostener la biodiversidad en los paisajes agrícolas, particularmente, la vegetación espontánea y los artrópodos, algunos de ellos benéficos para los cultivos. Estos resultados amplían las funciones ecológicas de las vías vegetadas, instrumentadas originalmente para controlar la erosión hídrica. Luego, Poggio presentó resultados experimentales que evidencian un aumento en la abundancia de flores en primavera debido a la siembra de plantas forrajeras con flores entomófilas.
Este incremento en la oferta de recursos para los insectos que visitan flores representa un cambio en la consideración de las plantas forrajeras, ya que, además de proveer forraje al ganado vacuno, aportan néctar y polen a las abejas y a otros visitantes florales.
Al finalizar, Poggio destacó que las vías vegetadas y las franjas con flores entomófilas son acciones viables para conservar la biodiversidad en los establecimientos agropecuarios de la zona núcleo pampeana.
Investigadores y asesores de las instituciones que compartieron la jornada proyectan continuar avanzando en la implementación de estas mejoras en ésta y en otras regiones del país, para así sumar más actores a la estrategia y definir indicadores que permitan evaluar la mejora de la biodiversidad en los establecimientos productivos.