Dalbulus maidis: aumentó la población de la plaga, pero el maíz ya está fuera de peligro
El 15º relevamiento de Dalbulus maidis detectó un aumento de la presencia de la plaga en el norte del territorio argentino, aunque en un nivel que no representa una amenaza.
El décimoquinto informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, basado en el relevamiento de 378 localidades maiceras de la Argentina entre el 24 de febrero y el 13 de marzo de 2025, mostró lo previsible: la chicharrita del maíz incrementó su presencia en todas las regiones, particularmente en las zonas endémicas del norte del país, como el NOA y el NEA.
En la región del NOA, el número de localidades con capturas superiores a 50 adultos por trampa aumentó a un 29% en la última lectura y dentro de esa categoría el 17% registró más de 100 adultos de D. maidis. Sin embargo, es importante señalar que esos aumentos poblacionales ocurren en etapas avanzadas del cultivo, ya que el 86% de los maíces relevados se encuentran entre vegetativo tardío (VT) y estados reproductivos (R1–R6).
En la región del NEA se registró un aumento significativo en las localidades con densidades de 21 a 50 adultos de D. maidis, con una mayor concentración en las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe. En esta región, el 10% de las localidades monitoreadas se encuentran en estados fenológicos de vegetativo tardío (VT), mientras que el 73 % se encuentra en estados reproductivo.
En la región del Litoral, los valores se mantuvieron estables con respecto al informe anterior. El avance de la cosecha reflejó que el 47% de los puntos muestreados presentaron ausencia del vector, mientras que el 19% correspondió a la categoría de 1 a 4 adultos por trampa. En esta zona agroecológica, el 34% de los lotes relevados ya fueron cosechados, mientras que el 50% se encuentra en estado fenológico reproductivo, con predominio de R6.
mapa.JPG
Mapa de calor establecido en función de la evolución de la cantidad de adultos de la chicharrita del maíz capturados con trampas cromáticas adhesivas en las localidades relevadas desde el primer al decimoquinto informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis.
“En general se ve que obviamente aumentaron las poblaciones de chicharritas, por la época estival y porque se dejaron de hacer intervenciones químicas de control. Pero este aumento llegó demasiado tarde, cuando ya los cultivos se encuentran fuera de la etapa de susceptibilidad”, explicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red.
No obstante, el experto insistió en que “es importante estudiar qué pasa con la población del vector. Por eso es preciso seguir monitoreando, independientemente de que el cultivo esté protegido: hay que seguir viendo cómo fluctúa en el tiempo la dinámica de esta población, para seguir generando información. Cuanta más información recolectemos, más precisos vamos a ser para la toma de decisiones”.
Y remarcó que es fundamental continuar registrando las capturas de adultos del vector, incluso cuando los cultivos han superado la etapa de mayor susceptibilidad, dado que el análisis de la información generada permitirá comprender mejor la dinámica poblacional estacional de la plaga.
Además del uso de trampas cromáticas adhesivas, se recomienda realizar una inspección directa sobre el cultivo. El experto enfatizó que las trampas cromáticas adhesivas y las inspecciones directas sobre el cultivo son herramientas que se complementan, permitiendo una detección más eficaz de los adultos de D. maidis.