Dos integrantes de la red CREA participaron de una gira reciente por Uruguay en la cual visitaron módulos de producción de colza y camelina en un campo de la empresa Barranca Erró, los cuales se emplearán para elaborar aceite destinado a fabricar combustible sostenible para aviación (SAF por sus siglas en inglés).
“Los niveles de fertilización que observamos son muy elevados para lo que se hace en la Argentina y eso está asociado a una política de Estado diseñada para promover al sector”, comentó Mauricio Davidovich, integrante del CREA GL.
Los fertilizantes están exentos de IVA en Uruguay, mientras que en la Argentina la alícuota del impuesto para los nutrientes es del 10,5%; adicionalmente, hasta fin de año los fertilizantes están gravados por el impuesto PAIS del 7,5% y también tienen un sobreprecio generado por distorsiones cambiarias que vienen de arrastre del gobierno anterior.
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Colza en Uruguay
Por otra parte, existe un elevado uso de semilla certificada en Uruguay porque el monto abonado por semilla original, multiplicado por 1.5, puede descontarse del Impuesto a la Renta (equivalente a Ganancias en la Argentina).
“La colza, además de intensificar la rotación agrícola, contribuye al control de raigrás resistente, que está representando un problema en algunas regiones del país oriental”, comentó Mauricio.
“Tanto en el sector público (INIA) como el privado, se registra un importante desarrollo de genética en colza, tanto de materiales primaverales como invernales”, añadió.
Los híbridos invernales de colza se siembran entre marzo y comienzos de abril, mientras que los primaverales se implantan entre mayo y junio.
Ensayos realizados por INIA La Estanzuela en 2023/24 muestran, con siete materiales invernales evaluados, un rendimiento promedio logrado de 3332 kg/ha y con un híbrido (PT303) que alcanzó 3988 kg/ha.
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En tanto, evaluaciones de INIA en la campaña pasada con 32 híbridos primaverales generaron un rendimiento promedio de 4114 kg/ha con un máximo, logrado por el material RAP 641, de 6402 kg/ha, que requirió un ciclo total de 113 días (fue cosechado el 21 de noviembre).
“Nos llamó la atención el uso creciente de colzas invernales, orientado a buscar más alternativas en las rotaciones agrícolas, pero que corren el riesgo de experimentar problemas en caso de atravesar inviernos cálidos”, apuntó Sean Cameron del CREA San Manuel, quien también participó de la gira.
“La colza es un cultivo muy demandante de nutrientes y las relaciones de precios entre granos y fertilizantes en Uruguay son muchísimo más favorables que las presentes en la Argentina, lo que hace que algunas cuestiones que son viables en el país vecino no lo sean tanto en la Argentina”, resumió.