20 de marzo de 2025 en Buenos Aires

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Pablo Torello: "Los empresarios agropecuarios tenemos que involucrarnos en el ámbito público"

El empresario agropecuario, integrante del CREA Bragado, relata su experiencia como diputado nacional.

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El pasado 10 de diciembre el empresario agropecuario Pablo Torello finalizó una década de servicio público. Dos años como concejal en la localidad bonaerense de Bragado. Y los restantes ocho como diputado nacional.

“Los empresarios agropecuarios tenemos que involucrarnos en el ámbito público porque ahí es donde el sector puede hacer una diferencia; tenemos que meternos en los partidos políticos y en la política”, apunta el integrante del CREA Bragado (región norte de Buenos Aires).

-¿Cuál es el balance de la experiencia luego de una década?

-PT: Muy favorable. Estuve en el Congreso cuatro años como oficialismo y los últimos cuatro como oposición al gobierno nacional. El hecho de haber participado activamente en política en el gobierno de Mauricio Macri fue enorme. En el primer tramo se eliminaron los derechos de exportación para cereales y se instrumentó una serie de medidas muy buenas para el agro. Esas políticas permitieron, por ejemplo, que actualmente los cereales tengan un 12% de derechos de exportación en lugar del 20%, 25% o incluso el 30%. Estando dentro de la estructura del Estado es posible darse cuenta de esas cuestiones.

-Entonces estás satisfecho con el trabajo realizado.

-PT: Es molesto tener que dejar las cosas propias, porque la actividad política te absorbe completamente, pero si no podemos hacerlo nosotros, tenemos que tener claro que debemos emplear recursos para contar con personas que nos representen. El campo en general sigue siendo algo lejano para la política. Incluso los economistas de los partidos más afines al sector desconocen el potencial presente en el agro. Hemos llegado a producir casi 150 millones de granos y no tengo dudas de que, con las condiciones adecuadas, esa cifra puede superarse.

-¿Cómo gestionaste tu empresa durante el tiempo que dedicaste a la actividad política?

-PT: Tengo un equipo muy calificado en la empresa y contraté a un profesional para gestionarla. Todos los fines de semana regresaba al campo para atender cuestiones administrativas. Pero el principal problema que tuve no fue ese, sino el hecho de haberme sentido solo, es decir, sin el acompañamiento del agro. No lo digo como un reproche, sino para remarcar que en el sector agropecuario –a pesar de la enorme importancia que tiene en la Argentina– no existe un esfuerzo articulado para consolidar la representación de sus intereses en la gestión de lo público. Eso es producto de la escasa visión que el campo argentino tiene sobre la importancia de la política. El agro debe contar con un respaldo sólido en el Congreso para poder promover al sector con gobierno afines y defenderlo cuando sucede lo contrario.

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Pablo Torello

Pablo Torello

-Eso es precisamente lo que sucede en Brasil con el Frente Parlamentario Agropecuario (FPA), que cuenta actualmente con 324 diputados y 50 senadores.

-PT: Así es. Pero allá también son los propios gobernantes provinciales los que entienden la importancia del sector agropecuario. No es casual que el Producto Bruto Agropecuario de Brasil sea equivalente al PBI de toda la Argentina. Es una locura lo que hacemos en la Argentina con el agro.

-Considerás que el sector agropecuario tiene una suerte de analfabetismo político.

-PT: Sí. Producimos y gestionamos muy bien, somos líderes en muchos aspectos, pero aceptamos la sustracción de gran parte de nuestro esfuerzo. Ese es el ambiente ideal para muchos políticos. Si nosotros no entendemos esa parte de la realidad, estamos complicados. Por eso recomiendo que todos dediquen al menos cuatro años de su vida a actividades políticas, ya sea como concejal, legislador, funcionario, asesor o colaborador. Si uno no está dispuesto a poner el cuerpo, tiene que estarlo para promover a personas capacitadas que representen al sector. Son muy pocas las personas del agro presentes en la gestión de lo público en función de lo trascendente que es el sector para el país. Existe como una suerte de negación, en general, del empresario agropecuario con las cuestiones políticas, pero no involucrarse implica aceptar la pérdida de al menos la mitad de cada cosecha que producimos, algo que no ocurre en los países vecinos. Si nosotros no nos defendemos contra eso, nadie nos va a defender.

-¿Cuál fue la mayor sorpresa que encontraste en el Congreso?

-PT: Confirmé el prejuicio y el desconocimiento que la mayor parte de los integrantes de la política tiene en general sobre la actividad agropecuaria. Luego del enorme trabajo que hicimos, con la ayuda de muchas entidades e instituciones del agro, se reconoce ahora la importancia relativa del campo en el país. Pero la realidad es que, más allá de ese avance, el sector sigue siendo percibido como una caja de recursos públicos más que como un factor determinante para la generación de riqueza y de empleo en las diferentes regiones que conforman el país. Eso no sucede en Brasil, Uruguay ni Paraguay. Sería indispensable que el sector agropecuario se organice para sumar esfuerzos que permitan lograr una representación sólida en el Congreso de manera permanente. Los esfuerzos que se hacen, además de ser escasos, son desarticulados. El desarrollo del agro no solamente representa una cuestión propia de una defensa sectorial, sino que además es una de las soluciones, quizás la más rápida, para poder resolver los muchos problemas presentes en la Argentina. El desarrollo del agro está alineado con una mejora de las comunidades locales y del país; tal como decía Don Pablo Hary, implica trabajar para esa gran empresa que es la Argentina.

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