15 de abril de 2025 en Buenos Aires

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Crea. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE

La metodología CREA al servicio de la comunidad: un ejemplo emocionante

El Centro Integral para la Atención de Niños Excepcionales (CIANE) - una ONG especializada en discapacidad ubicada en Tandil - aplicó la metodología CREA para el abordaje de una de sus reuniones de equipo. Conocé qué sucedió y cómo resultó.

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Crea. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE

Metodología CREA integrada a la comunidad: una historia que emociona

Metodología CREA al servicio de la comunidad: en mayo de 2024, el grupo CREA Tambero de la Región Mar y Sierras, integrado por 11 empresas agropecuarias, preparó su reunión como todos los meses, aunque este encuentro iba a ser distinto al resto.

Ignacio Lauhle, asesor del grupo, preparó la agenda detallada y dejó un espacio en blanco para el caso del mes: por primera vez, se sumaba una organización que nada tenía que ver con el agro, lo que despertó una expectativa especial en todos los participantes.

Soñar es lograr: la historia de Ciane

CIANE (Centro Integral para la Atención de Niños Excepcionales), nació como una asociación civil sin fines de lucro en 2006, en la Ciudad de Tandil, gracias a un grupo de padres de niños con discapacidades neurológicas y psicomotrices que compartían las mismas inquietudes y problemáticas en torno al bienestar de sus hijos.

ciane6.png

Los padres idearon el centro con el objetivo de integrar y acompañar a las familias para que los chicos logren desarrollar sus habilidades y mejoren su calidad de vida, pensaron en la importancia de brindar acceso a terapias interdisciplinarias que promuevan su desarrollo y estimulen al máximo su potencial personal, familiar y social. CIANE se consolidó como fundación para conducir la prestación del servicio de salud, en la misma participan Sandra Garmendia, Verónica van Olphen y Javier Abad, mientras la asociación mantiene la búsqueda de aportes para la concreción de proyectos.

En 2021 abrieron las puertas de CIANE, luego de conseguir diversas habilitaciones y certificaciones para ser un centro “clase A”. Comenzaron con cinco niños y hoy asisten asiduamente y participan de sus actividades más de treinta. Además, colaboran activamente más de 20 profesionales interdisciplinarios como trabajadoras sociales, psicopedagogas, kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeros, médico fisiatra y profesores de educación física.

El desafío financiero, por el cual Enrique Delpech, marido de Verónica e integrante del CREA Tambero, propuso la reunión en su grupo, comenzó a visibilizarse en el 2023, cuando notaron que los ingresos no alcanzaban para cubrir todos los gastos y costos de la fundación. Inicialmente llevaron adelante iniciativas de corto plazo, como la organización de asados, vales de combustible, reciclaje de papel y cartón y donaciones a través de una plataforma digital. Estas acciones, si bien le brindaron visibilidad al centro, no llegaron a traducirse en el sustento económico suficiente.

Cuando Vero me comentó la propuesta de la reunión CREA, nos entusiasmó porque somos todos padres comprometidos con el centro para que funcione bien. Nunca tuvimos una mirada empresarial, siempre hicimos todo desde la solidaridad y el amor. Pero la realidad es que necesitamos recursos, no podemos estar pendientes de una donación”, asevera Sandra.

Enrique le presentó a su grupo CREA la idea de llevar la metodología del Movimiento a la fundación y rápidamente recibió el aval de sus compañeros. Ignacio Lauhle, asesor del grupo, se ofreció para organizar y facilitar el encuentro. “La propuesta llegó en el momento justo: en febrero del 2024, cuando armamos el plan de trabajo del año. Así que fue muy fácil incluirla porque reemplazamos una reunión de empresa por la de CIANE, y se la tomó con el mismo compromiso que cualquier otra.

Desde el centro, los profesionales de recursos humanos, trabajo social y gestión, junto con la Fundación, diseñaron una presentación con la información principal de CIANE y detallaron los objetivos a corto, mediano y largo plazo, poniendo el foco en la estabilidad económica de la fundación y su crecimiento a futuro.

Finalmente llegó el día, en mayo de 2024. Estuvieron presentes por CIANE, además de Verónica y Sandra, Camila Masson, trabajadora social y coordinadora, y Dolores Rozzi, del equipo de Recursos Humanos. Ignacio, que además de ser asesor es ingeniero agrónomo, sumó a todos los integrantes del CREA Tambero, que estaban muy entusiasmados por la novedad del caso. Luis Labiste, miembro del grupo CREA Río Salado, también colaboró en el armado de la reunión.

ciane4.png

“Una vez que los representantes de CIANE contextualizaron la situación del centro, los miembros CREA comenzaron a desarrollar un cuadro de fortalezas y debilidades”, relata Ignacio Lauhle. “Trabajaron en dos equipos enfocándose en posibles soluciones.”

Para ayudar a tener una visión integral de CIANE como organización sostenible económicamente, el grupo CREA realizó un paralelismo con un tambo. Generaron un cuadro comparativo, listaron públicos, recursos, servicios, costos y características de ambas organizaciones, para encontrar similitudes y diferencias. “En la reunión pusimos foco en la gestión financiera de la organización y la ayuda fue enorme”, agrega Sandra. “Ahora queremos crecer y tenemos un horizonte claro de cómo hacerlo.”

Por su parte, Verónica destaca que la reunión les brindó un rumbo claro: “Detectamos posibles iniciativas claves para implementar, como reuniones con empresas que se interesen en el tema y actores sociales que se puedan involucrar de alguna forma. Nos abrió la cabeza en la gestión financiera y económica. Nos obligó a sentarnos a hacer números, armar powerpoints, organizarnos. “Fue enriquecedor porque participaron personas que no tienen acercamiento con la rehabilitación y la discapacidad, pero encontraron similitudes entre sus temas y el nuestro, en la forma de trabajar y mejorar. Queremos seguir creciendo y, en primera instancia, construir un playón deportivo para los chicos”, añade Sandra.

El de CIANE no es un caso aislado. La Fundación Scrum, localizada en Córdoba, trabaja en el Barrio Bajada San José con un proyecto integral que brinda desayuno, apoyo escolar y actividades deportivas para la integración de las personas, y se destaca por ser miembro del CREA Monte Cristo de la Región Córdoba Norte, trabajando en conjunto con los otros socios del grupo para mejorar su funcionamiento.

Las historias ponen en valor el alcance de la metodología CREA, y su naturaleza diversa y transversal, porque puede escalar y llegar a otros ámbitos completamente ajenos al agro.

Para sus socios, el futuro de CIANE es el crecimiento y ya han trazado un camino a seguir para abordar los próximos desafíos: “Tenemos el objetivo de implementar la metodología CREA en nuestras reuniones, con nuestros colaboradores, para contar las distintas situaciones específicas que van surgiendo y escuchar su opinión. Queremos replicar la metodología en CIANE”.

Por su parte, Ignacio hace hincapié en el potencial de adoptar la metodología CREA para estas organizaciones: “Salimos del análisis de una empresa y nos enfocamos en organizaciones que no buscan el lucro, sino dar un aporte valioso a la sociedad. Imagino hacer esto con hogares de niños, bomberos voluntarios, clubes de barrio, extenderlo a todas las comunidades y provincias. La metodología CREA es reconocer los problemas y ordenar las cosas. Espero que sea tomado por otros grupos CREA porque los beneficios son para todos, tanto para CIANE como para los productores CREA, porque los motiva a salir de su día a día, a mirar lo que sucede afuera y a darse cuenta de que muchos de los problemas que enfrentan sus empresas se replican también por fuera del ámbito agropecuario”.

Dejá tu comentario