CREA Villa Ana-Arandú: un aniversario con un festejo particular
Miembros fundadores e integrantes del CREA Villa Ana-Arandú, junto con todos los asesores que tuvo el grupo en sus 37 años de existencia, aprovecharon el aniversario para festejar el camino recorrido.
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Miembros fundadores e integrantes del CREA Villa Ana-Arandú (región Norte de Santa Fe), junto con todos los asesores que tuvo el grupo en sus 37 años de existencia, aprovecharon el aniversario para festejar el camino recorrido en estas casi cuatro décadas.
“El CREA se formó en junio de 1987 por empresas que tenían miles de hectáreas y colonos con apenas cien hectáreas, pero todos estábamos impulsados por el deseo de progresar”, recuerda Horacio Berli, uno de los miembros fundadores del grupo.
Por entonces la mayor parte de los establecimientos estaban dedicados a la cría extensiva de muy baja intensidad tecnológica, con servicios que se hacían a los tres años de las vaquillas y toros que permanecían todo el año en el campo junto a las vacas. Los engordes podían extenderse durante varios años.
Así fueron implementado tactos, ordenando los servicios, mejorando la oferta forrajera y diseñando suplementaciones estratégicas. Las transformaciones productivas contribuyeron a consolidar el crecimiento de las empresas.
“Cuando ingresamos el CREA nuestra empresa familiar solamente se dedicada a vender terneros, mientras que actualmente tenemos ciclo completo con venta de novillo de exportación; logramos incrementar de manera notable el valor agregado”, resalta Horacio.
Así como se registraron grandes avances, también hubo momentos difíciles, como el ocurrido a fines de la década del ’90, cuando, debido la crisis, varios integrantes del grupo debieron dejar la actividad.
El nombre de origen del grupo es CREA Villa Ana. En 2020, en plena pandemia, el grupo integró empresas de otro CREA que, si bien pertenecían a la región Litoral Norte, tenía más afinidad con la realidad presente en Norte de Santa Fe. Así pasó a denominarse CREA Villa Ana-Arandú.
“Con los nuevos miembros nos conocimos primeros por medio de reuniones virtuales, lo que fue todo una novedad; posteriormente fuimos coordinando visitas presenciales a los establecimientos”, recuerda.
Actualmente el grupo cuenta con doce integrantes y uno más en proceso de ingreso. Muchos de los integrantes residen en los establecimientos y se incentiva que las reuniones CREA sean eventos de índole familiar.
“Cuando ingresé al CREA, la situación en el empresa familiar –que aún gestionaba mi padre– estaba lejos de ser cómoda, pero siempre se hizo un esfuerzo para integrar la red CREA porque para mí fue una facultad”, resume Horacio.