En un mundo cada vez más acelerado y exigente, la gestión del bienestar organizacional y la productividad personal se han convertido en temas cruciales para el éxito, tanto individual como colectivo.
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SUSCRIBITEDiego Kerner, especialista en bienestar personal y organizacional, ofreció pautas para promover la armonía interior.
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SUSCRIBITEEn un mundo cada vez más acelerado y exigente, la gestión del bienestar organizacional y la productividad personal se han convertido en temas cruciales para el éxito, tanto individual como colectivo.
Diego Kerner, especialista en la materia y autor del libro Lunes Felices: 7 pasos hacia una vida más auténtica, compartió perspectivas sobre cómo abordar esos desafíos de manera efectiva durante una charla ofrecida en el Congreso de Asesores CREA.
Kerner destacó la importancia de la promoción del bienestar personal como un primer paso esencial. En su opinión, conocer y entender a fondo nuestras necesidades y emociones es fundamental para gestionar nuestra productividad y bienestar.
A través de un enfoque consciente y reflexivo, podemos mejorar nuestra capacidad para enfrentar desafíos y maximizar nuestro potencial en el ámbito laboral y en la vida cotidiana.
El especialista enfatizó que detenerse y reflexionar sobre nuestros pensamientos y emociones nos permite desarrollar una mayor comprensión de nosotros mismos. “Este proceso de introspección es crucial para identificar patrones de pensamiento repetitivos y poco útiles, y para desarrollar estrategias que nos ayuden a gestionar nuestras emociones y comportamientos de manera más efectiva”, afirmó.
Además, remarcó que la forma en que gestionamos nuestras emociones, como la ira, el miedo o la tristeza, puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para trabajar de manera eficiente.
“Aprender a manejar nuestras emociones de manera saludable no solo mejora nuestro bienestar, sino que también nos permite mantener un rendimiento óptimo en nuestras actividades diarias”, apuntó.
El bienestar físico es otro aspecto crucial, dado que un cuerpo saludable es fundamental para mantener una mente clara y enfocada. Actividades como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y prácticas de relajación, como el yoga, son esenciales para fortalecer nuestro bienestar físico. Un cuerpo bien cuidado contribuye a una mayor resistencia al estrés y a una mejor capacidad para enfrentar los desafíos cotidianos.
Kerner introdujo el concepto de metacognición, que se refiere a la capacidad de pensar sobre nuestro propio pensamiento. Este enfoque nos permite analizar nuestros procesos mentales y realizar ajustes para mejorar nuestra eficacia en la resolución de problemas.
“Al desarrollar habilidades metacognitivas, podemos tomar decisiones más informadas y adoptar enfoques más efectivos para gestionar nuestras tareas y objetivos”, aseguró.
Sugirió que periódicamente evaluemos nuestro progreso y ajustemos nuestras estrategias en función de lo que descubramos. “Esta práctica de autoevaluación continua nos ayuda a mantenernos alineados con nuestros objetivos y a realizar mejoras constantes en nuestra vida profesional y personal”, consideró.
Kerner también puso el foco en la gestión del estrés. Según él, aprender a manejar la tensión es crucial para mantener nuestra productividad y bienestar.
La capacidad de identificar y abordar las fuentes de estrés, así como de implementar técnicas de relajación, puede marcar una gran diferencia en nuestra capacidad para enfrentar situaciones desafiantes de manera efectiva.
Al respecto, consideró importante poder diferenciar el “estrés bueno”, que nos impulsa a tomar decisiones en momentos de tensión, del “estrés malo, que genera un estado de ansiedad y preocupación constante.
“La meditación ayuda a calmar la mente, reducir el estrés y aumentar la autoconciencia. Practicar la meditación de manera regular puede llevarnos a un estado de mayor tranquilidad y enfoque, lo que a su vez mejora nuestra capacidad para manejar el estrés y las demandas diarias”, aseveró.
“Es importante que, más allá de lo que estemos haciendo, la mente esté donde está el cuerpo, evitando el piloto automático. La capacidad de atención y la calma es una habilidad entrenable”, añadió.
En ese sentido, el especialista remarcó que la plenitud está muy asociada a la capacidad de focalizarse en el presente al momento de realizar una tarea con la atención puesta en la misma y no en pensamientos ligados a cuestiones relativas al pasado o el futuro por venir.
La plenitud también está relacionada con el hecho de ser agradecido por las cosas buenas, en la posibilidad de reírse de uno mismo y en tratarnos como si “fuésemos nuestros mejores amigos”, de manera tal de no agredirnos a nosotros mismos cuando cometemos un error.
Finalmente, Kerner enfatizó la importancia de integrar hábitos saludables en nuestra rutina diaria. Desde la alimentación hasta la actividad física y la meditación, estos hábitos contribuyen significativamente a nuestro bienestar general. “Crear un equilibrio entre diferentes aspectos de nuestra vida y adoptar prácticas que fomenten el bienestar integral son claves para lograr una vida más satisfactoria y productiva”, resumió.