En un mundo donde la percepción del campo se encuentra en constante evolución, la periodista Carola Urdangarin compartió su perspectiva sobre la realidad agropecuaria y su proyección internacional.
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SUSCRIBITELa periodista Carola Urdangarin compartió su perspectiva sobre la realidad agropecuaria en un evento organizado en la localidad de Brandsen por la región Este de CREA.
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SUSCRIBITEEn un mundo donde la percepción del campo se encuentra en constante evolución, la periodista Carola Urdangarin compartió su perspectiva sobre la realidad agropecuaria y su proyección internacional.
Desde su infancia en el campo, Urdangarin se dio cuenta de la imagen negativa que muchos tenían sobre esta actividad, incluso en su entorno familiar. A pesar de ser hija de un productor agropecuario, su percepción inicial del campo era la de un lugar aburrido y mal visto.
La oportunidad contrastar tales experiencias se consolidaron este año, cuando Carola participó en un congreso organizado por la Federación Internacional de Periodistas Agropecuarios (IFAS), lo que marcó un punto de inflexión en su carrera.
La periodista pudo explorar la situación de la política agrícola europea, analizando el sistema de subsidios en Suiza con la realidad argentina. Ese contraste no sólo resalta las diferencias en el apoyo gubernamental, sino que también invita a reflexionar sobre cómo se percibe el campo en diferentes partes del mundo.
Una de las preocupaciones centrales que Urdangarin abordó en una presentación realizada en una jornada organizada en la localidad de Brandsen por la región Este de CREA, es la desconexión que existe entre los productores y el público en general.
“La falta de conocimiento sobre el origen de los alimentos es un problema creciente en muchas naciones. Por ejemplo, estadísticas de EE.UU. revelan que un porcentaje significativo de la población no sabe de dónde provienen los productos que consumen, lo que subraya la necesidad de mejorar la comunicación en torno al campo”, comentó Carola.
En ese sentido, la comunicación se presenta como un factor clave para cambiar la narrativa en torno al campo. Urdangarin destacó el esfuerzo que realiza la Unión de Agricultores de Suiza al invertir en campañas publicitarias para educar al público sobre la producción agrícola y la vida en el campo. Este tipo de iniciativas son fundamentales para construir una imagen más positiva y realista de lo que significa ser productor agropecuario, así como para conectar a los consumidores con los hombres y mujeres detrás de los alimentos que consumen.
“Sin embargo, la realidad en la Argentina es diferente, porque el relato mediático en cuestiones del agro tiende a centrarse en las crisis y los problemas”, expresó.
Urdangarin reflexionó sobre cómo esta percepción puede desincentivar a las nuevas generaciones a involucrarse en el campo. Si la narrativa predominante es la de la crisis, difícilmente se atraerá a jóvenes interesados en una carrera relacionada con el sector agropecuario.
El ejercicio que realizó Urdangarin con los productores presentes en Suiza fue revelador. Les preguntó cómo les gustaría que se hablara de ellos, y las respuestas se centraron en aspectos positivos: el compromiso con el ambiente, la calidad de los productos y el cuidado de la tierra para las futuras generaciones. Este contraste entre lo que ellos querían comunicar y lo que se refleja en los medios de comunicación subraya una desconexión significativa que debe ser abordada.
El desafío, entonces, es construir un nuevo relato. Urdangarin subrayó la importancia de contar historias en lugar de enfocarse únicamente en cifras y estadísticas. Cada productor tiene una historia única que puede resonar con el público. Al compartir sus experiencias personales, como la de un productor que lleva adelante una tradición familiar de fabricación de quesos, se puede humanizar la figura del productor y hacerla más accesible y comprensible para el consumidor urbano.
La educación también juega un papel crucial en este proceso. La necesidad de integrar la comunicación del campo en las escuelas y otros espacios educativos es fundamental para cambiar la percepción desde una edad temprana. Al educar a las nuevas generaciones sobre la importancia del campo y su rol en la sociedad, se puede construir un futuro más positivo para el agro.
El llamado de Urdangarin a los productores fue claro: cada uno debe estar dispuesto a contar su historia. A medida que cada uno comparte su relato, se crea un mosaico de experiencias que refleja la diversidad y riqueza del agro argentino. “Esas narraciones no sólo ayudan a cambiar la percepción, sino que también fortalecen la identidad del sector, recordando a todos la importancia del trabajo del campo en la alimentación y el desarrollo sostenible”, apuntó.
En conclusión, la presentación de Carola Urdangarin Bueno no solo es un llamado a la acción, sino también una invitación a repensar cómo se comunica el campo. La transformación de la imagen del agro argentino depende de una narrativa inclusiva, positiva y auténtica que reconozca el esfuerzo y la dedicación de quienes lo habitan. Es hora de contar esas historias y de abrir nuevas puertas hacia la comprensión y la valorización de la vida en el campo.