13 de junio de 2025 en Buenos Aires

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Recría eficiente: un modelo de negocio que suma kilos con gestión

Productores de los grupos Leopoldo Lugones y del Este, de Córdoba Norte, destacaron a la recría como el eslabón ganadero con más capacidad de generar carne.

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Por CREA Región Córdoba Norte | COR

La recría es el tramo del ciclo ganadero que ofrece mayor margen de decisión para sumar kilos con eficiencia. Para los productores del norte de Córdoba representa una oportunidad de mejorar la productividad, siempre que se tomen decisiones basadas en datos, se ajusten cargas, se actúe rápido ante la improductividad y se utilicen herramientas tecnológicas para monitorear el desempeño animal.

Estos conceptos fueron parte de la charla “Claves para una recría eficiente”, presentada por los productores Mauricio Cerutti y Mauricio Pretto durante una reciente Jornada de Actualización Técnica organizada por CREA Córdoba Norte. En ese espacio, compartieron cómo integran la recría en sus sistemas productivos, adaptando las decisiones al ambiente, al tipo de hacienda y al destino comercial.

Cerutti trabaja en Villa de María del Río Seco, donde la recría se realiza a campo y la estrategia se centra en el manejo forrajero y el control individual del desempeño animal. Pretto, en cambio, desarrolla un modelo más intensivo en Las Varillas, con recría sobre alfalfa, trazabilidad digital y conexión directa con el consumo a través del feedlot. Dos realidades distintas, pero una misma convicción: la recría puede ser el motor para producir más carne con mejores márgenes.

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Un eslabón clave del sistema ganadero

Mauricio Cerutti, miembro del grupo CREA Leopoldo Lugones, desarrolla un planteo ganadero de recría en Villa de María, cabecera del departamento de Río Seco, en el norte de Córdoba. Al respecto, consideró que la recría es la que ofrece mayor margen de maniobra para definir el peso de faena del animal.

"Concebimos el proceso productivo en las tres etapas clásicas: cría, recría y engorde. Nosotros hacemos la recría y el engorde. Compramos animales de entre 150 a 200 kg y luego sumamos otros 100 kg en la terminación. Eso nos da un piso de entre 250 y 300 kg. Entonces, si queremos llegar a un novillo de 400 o 500 kg, el margen para ajustar está en la recría", explicó Cerutti.

Según su planteo, la ganancia diaria de peso (ADPV) no debiera ser inferior a 500 gramos ni superar los 800, aunque algunos márgenes de trabajo se establecen a partir de 400 gramos. “Por eso veo que la recría es, básicamente, una cuestión de tiempo. Con esa ganancia fija, es el tiempo lo que determina cuántos kilos se suman”.

Cerutti destacó tres pilares para una recría eficiente. El primero es la correcta determinación de la carga, expresada en animales o kilos por hectárea. “En el norte de Córdoba tenemos una gran variabilidad climática, que se traduce en variabilidad forrajera. Por eso ajustamos la carga todos los años, según las precipitaciones y la disponibilidad de pasto”, comentó.

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El segundo punto es la detección temprana de animales improductivos. Para eso, utilizan identificación electrónica y pesajes que les permiten monitorear la evolución individual de cada animal. “Si no están dentro del rango de ganancia esperado, los sacamos rápidamente del sistema”, afirmó.

El tercer aspecto es la suplementación estratégica energética-proteica durante el invierno, una estación crítica en la región. “Podemos pasar entre cuatro y seis meses sin lluvias. Las pasturas se secan y su calidad cae drásticamente. Queda fibra, pero sin proteína. Para que los animales sigan generando músculo, necesitamos corregir eso con proteína y energía”, explicó.

En su planteo, Cerutti tomó como referencia el ciclo comprendido entre el 1 de marzo de 2024 y el 1 de marzo de 2025. Con un stock incial de 783 animales, en ese lapso ingresaron 1283 cabezas con un peso total de 208.000 kg (promedio de 163 kg). Al finalizar, egresaron 1.596 vacunos con un promedio de 264 kg, y quedó un stock final de 453 animales con un peso promedio de 253 kg.

La producción total de carne alcanzó los 131.000 kg, sobre una superficie de 587 hectáreas de pasturas, lo que representa una productividad de 223 kg por hectárea. La carga promedio fue de 1,24 cabezas/ha, con 320 kg/ha de carga, y un ADPV de 490 gramos por animal.

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Respecto a la suplementación invernal, Cerutti detalló que el consumo promedio fue de 1,347 kg por animal, con un costo estimado de 328 pesos por cabeza. “La baja del precio de la soja abarató los costos, así que hoy la suplementación es más accesible”, dijo.

Según sus cálculos, en condiciones invernales sin suplementación, los animales habrían ganado 250 g/día. En cambio, con suplementación, alcanzaron los 477 g/día, atribuyendo 227 gramos adicionales al suplemento. Eso se traduce en un costo de 1.447 pesos por kilo de peso extra ganado.

Finalmente, entre los gastos directos de la producción incluyó el personal (dos empleados), la sanidad, el mantenimiento de las pasturas, la suplementación y un alquiler estimado en 50 kg/ha. Con los 131.000 kg producidos, calculó un costo de 1.506 pesos por kilo de carne.

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Producción y comercialización ganadera

Mauricio Pretto, miembro del CREA del Este, lidera un establecimiento ganadero dentro de un grupo con mayoría de sistemas mixtos. “Somos la única empresa enfocada exclusivamente en ganadería. Nuestra visión es lograr profesionalismo en la producción y comercialización de carnes en la provincia de Córdoba”, indicó. Con esa meta, se propusieron incrementar en un 30% la producción de carne para junio de 2026.

El sistema está basado en una fuerte integración con hoteleros y capitalizadores. Aproximadamente el 90% de la hacienda proviene de esquemas de hotelería, lo que permite mantener una carga constante y abastecer la demanda de carne de forma sostenida. “Recriamos a campo el 20% de la hacienda y luego pasa al feedlot, que opera con carga permanente durante todo el año”, explicó.

La recría se realiza en Las Varillas, Córdoba, sobre base de alfalfa en otoño-invierno. El ingreso de los animales al sistema está protocolizado: se realiza un control sanitario, pesaje inicial y registro mediante caravana electrónica. “Entramos con terneros livianos, de 130 a 140 kg, y buscamos que lleguen a los 280 kg en un ciclo de 7 a 8 meses. El objetivo es que ingresen al feedlot en primavera”, detalló.

Para este seguimiento, utilizan un software de gestión que les permite monitorear la curva de crecimiento individual de cada animal. “En la jornada mostramos el caso de 200 terneros que entraron en julio y fueron al feedlot a fin de año. La herramienta nos permite controlar cada pesaje y compararlo con el objetivo de una ganancia diaria de 600 gramos”, explicó.

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La información recopilada les permite ajustar decisiones. “Si un animal no alcanza los 200 gramos por día, lo sacamos del sistema antes de que pase al corral. Buscamos reducir la improductividad con datos objetivos”, remarcó. En esta línea, el gráfico de barras que presentaron muestra la dispersión de la tropa en función del percentil 25, lo que permite planificar un manejo diferenciado para los animales más livianos.

Además señaló que están trabajando en la arquitectura de un nuevo modelo de recría. “Buscamos estandarizar la producción a lo largo del año. Para eso estamos probando diferentes biotipos de hacienda. Registramos el origen de cada tropa, el proveedor y el hotelero, lo que nos permite hacer trazabilidad completa y comparar desempeños según origen y alimentación”, sostuvo.

¿Hacia dónde va el negocio?

Para Pretto, el futuro de la ganadería argentina está ligado a la capacidad de transformar el modelo productivo, y la recría tiene un rol protagónico en ese proceso. “Hoy hay una brecha importante, pero también una oportunidad. La tecnología disponible permite innovar en los procesos, acceder a datos antes difíciles de registrar, y eso nos lleva a una gestión mucho más tecnificada y precisa. Creo que la recría tiene mucho para aportar si se la gestiona bien”, afirmó.

El avance de las herramientas digitales, según el productor, permite integrar procesos antes inconexos. “Hoy se puede medir, comparar, estandarizar. Eso nos posiciona frente a un nuevo nivel de gestión empresarial ganadera, que puede ayudarnos a mejorar la productividad y a contribuir al incremento de la producción nacional de carne”, sostuvo.

Desde su experiencia en el norte cordobés, Cerutti coincidió en el valor de la recría, como un eslabón clave. “Donde tenemos margen real para agregar kilos es en la recría. Pero ese esfuerzo debería estar traccionado por la demanda, que hoy no está clara”, observó. A su entender, el contexto actual, marcado por la inestabilidad del mercado exportador y la incertidumbre sobre los precios, obliga a repensar las decisiones.

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“Nos gustaría producir más carne por animal, pero el mercado interno nos limita. Tal vez haya que flexibilizar y hacer una recría más corta. La duración del ciclo depende del peso objetivo: un animal de 400 kg puede lograrse en un año, mientras que uno de 500 requiere dos. Pero hasta que no haya una demanda definida y sostenida, que pague esos kilos adicionales, no hay un incentivo claro”, explicó.

Pretto retomó el punto desde una mirada más estructural. “El productor busca rentabilidad, y la recría hoy es rentable. El planteo de Cerutti muestra un costo de 1.500 pesos por kilo producido, frente a un producto que se vende a 3.000. El problema es que no tenemos un modelo de negocio definido, ni un horizonte productivo claro”, remarcó.

Esa falta de dirección estratégica se expresa, según el productor, en la multiplicidad de categorías que maneja la ganadería argentina. “¿Para qué vamos a hacer un animal más pesado, si el 70% de la carne se consume en el país y se penaliza una media res de más de 120 kg? Estamos atrapados en un círculo vicioso. No hay un biotipo definido, no hay un modelo claro, y terminamos con 13 categorías de hacienda, cuando otros países trabajan con tres”.

Aun así, ambos productores coincidieron en que el potencial está. “La recría puede ser el camino para ordenar y potenciar el negocio. Solo falta que el mercado acompañe con señales claras y estables”, concluyó Pretto.

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