Mercado de semillas forrajeras: un contexto desafiante
La oferta de semillas forrajeras en la campaña 2023 será, en general, crítica por una suma de factores que complican como nunca antes a las empresas del sector.
Mercado de semillas forrajeras
Fotografía: Adobe stock.
Alcanzaste el límite de 40 notas leídas
Para continuar, suscribite a Crea.
Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
Las adversidades climáticasafectaron (o van camino a afectar) la producción local de muchas especies forrajeras, al tiempo que la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) dificultó por demás las gestiones para ingresar materiales al mercado argentino desde el segundo semestre de 2022.
El problema es que, excepto por la alfalfa, los stocks remanentes de semilla de la campaña previa son nulos o bajísimos, con lo cual la disponibilidad de semilla estará por demás ajustada.
“Comenzamos la nueva campaña con stocks muy bajos o nulos. La oferta dependerá de la cosecha nacional, seriamente afectada por sequía y heladas, además de las importaciones, que se encuentran muy limitadas por las medidas instrumentadas por el gobierno nacional”, explica Santiago Pisonero, en representación de Bayá Casal. “Comenzamos la nueva campaña con stocks muy bajos o nulos. La oferta dependerá de la cosecha nacional, seriamente afectada por sequía y heladas, además de las importaciones, que se encuentran muy limitadas por las medidas instrumentadas por el gobierno nacional”, explica Santiago Pisonero, en representación de Bayá Casal.
Tal como sucedió con los cultivos agrícolas tradicionales, la producción de semillas forrajeras también resultó afectada por el aumento de costos de producción, lo que configura un contexto desafiante no solo en lo que respecta a la disponibilidad de oferta, sino también al incremento de precios.
“Incluso en una situación climática normal, los precios de la mayor parte de las especies habrían experimentado alzas ante la necesidad de trasladar los mayores costos de producción”, apunta Juan Lus, de PGG Wrigthson Argentina.
Debido a los desastres climáticos, se esperan reducciones de producción de entre 30 y 50% para las distintas gramíneas sembradas en la Argentina. En lo que respecta a las leguminosas, si bien la cosecha aún está por definirse, muchos lotes debieron darse de baja por problemas tempranos de déficit hídrico.
“En la cosecha de raigrás registramos rendimientos inferiores a los presupuestados y, por la sequía, la variable peso de 1000 semillas resultó inferior al valor promedio histórico; lo mismo aplica para triticale, cebadilla criolla y festuca”, comenta Alberto Goñi, de Barenbrug Argentina.
El impacto devastador de la sequía y las heladas tardías se presentó en simultáneo con una política oficial (SIRA) orientada a reforzar los controles de solicitudes de divisas para concretar importaciones al tipo de cambio oficial.
“La importación de semilla operó con algunas dificultades en el último año, pero fue en los últimos meses cuando los requisitos oficiales dificultaron su ingreso. Se estima que el 30% del consumo nacional de semillas proviene de la importación, y parte de este ingreso hoy está frenado”, advierte Félix Roumieu de Gentos.
“La importación de semilla operó con algunas dificultades en el último año, pero fue en los últimos meses cuando los requisitos oficiales dificultaron su ingreso. Se estima que el 30% del consumo nacional de semillas proviene de la importación y parte de este ingreso hoy está frenado”, advierte Félix Roumieu de Gentos.
En la actual coyuntura, las empresas dedicadas al rubro de semillas forrajeras se muestran muy cautelosas en su estrategia comercial, porque aún no saben de cuánta oferta dispondrán en la campaña 2023. Y es muy probable que al momento de distribuir la escasa oferta disponible de cultivares privilegien a los clientes tradicionales.
Alfalfa
En el mercado interno existen remanentes de la campaña anterior, aunque puede haber faltantes de algunos materiales específicos. Los registros de importación evidencian dificultades para ingresar cultivares a partir del segundo semestre de 2022 debido a restricciones cambiarias gubernamentales (gráfico 1).
Gráfico 1. Importación de cultivares de alfalfa para siembra En kilogramos mensuales (Indec)
imagen.png
Festuca
Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. Los registros de importación –tal como ocurre en el caso de la alfalfa– evidencian dificultades crecientes para ingresar cultivares provenientes de EE.UU. o Europa (gráfico 2).
Gráfico 2. Importación de cultivares de festuca para siembra En kilogramos mensuales (Indec)
imagen.png
Raigrás anual
Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. En caso de no encontrar demanda en el mercado local, esta especie puede ser exportada a Brasil, Uruguay, China o Europa.
Pasto ovillo
Ajustados stocks remanentes, con producciones locales que no aportarán un gran volumen. En Europa existe abundante oferta para originar –en caso de ser factible– mercadería importada en ese origen.
Agropiro
Esta especie cuenta con un stock remanente prácticamente nulo. La cosecha local ingresa en febrero/marzo y su volumen dependerá de la evolución climática del primer bimestre de 2023.
Trébol blanco
Ajustados stocks remanentes, con producciones locales que, si bien aún están por definirse, se encuentran comprometidas por restricciones hídricas. Esta especie viene registrando en los últimos años una importante demanda por parte de China, lo que podría impulsar los precios internos del producto en un escenario de restricción de oferta, además de agotar tempranamente ciertos cultivares.
Cebadilla
Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por desastres climáticos.
Lotus tenuis y corniculatus
Muy bajo stock remanente con cosechas locales afectadas por inconvenientes climáticos. En caso de no encontrar demanda en el mercado interno, estas especies pueden exportarse.