Spiroplasma: se viene una red para monitorear al vector de la enfermedad
Nueva iniciativa para enfrentar a la chicharrita del maíz emprendida por CREA, Aapresid, la EEAOC y AAPPCE. Lo adelantó Lucas Cazado, líder del Proyecto Plagas,
Alcanzaste el límite de 40 notas leídas
Para continuar, suscribite a Crea.
Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
Ya está en marcha la implementación en la Argentina de una red de trampas del Dalbulus maidis, insecto vector del achaparramiento del maíz (Spiroplasma kunkelii), para así poder determinar la evolución de la dinámica poblacional de la plaga en el territorio argentino.
Así lo adelantó este miércoles Lucas Cazado, coordinador del Proyecto Plagas, durante un charla ofrecida en el evento en forma virtual Economía Online.
“Estamos armando una red de trampas a nivel nacional para realizar un monitoreo sistemático en 450 sitios y elaborar cada quince días un informe sobre la población infectiva”, comentó Lucas.
La iniciativa está siendo emprendida por CREA, Aapresid, Maizar, la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC), la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE). Además, está abierta la posibilidad de sumar nuevas instituciones.
El mapa dinámico de la población de la “chicharrita del maíz”, nombre convencional del Dalbulus maidis, permitirá a los empresarios agrícolas conocer el riesgo de las decisiones de siembra de maíz de acuerdo al nivel de presencia del insecto vector de Spiroplasma.
El experto además resaltó que, además del daño indirecto promovido por ser vector potencial de la enfermedad, la plaga genera un perjuicio directo a la planta porque se alimenta de savia, lo que produce pérdida de rendimiento potencial.
Por otra parte, en las diferentes regiones CREA se está realizando una evaluación de daños generados por Spiroplasma por híbrido empleado, aunque los registros muestran que la afectación está directamente relacionada con el nivel de presencia de Dalbulus maidis en cada zona.
cuadro1.PNG
Spiroplasma. Evaluación de daño en espiga por híbrido. Zona este de Tucumán (NOA).
“La realidad es que en la Argentina no tenemos materiales tolerantes para Spirolplasma; sí contamos con híbridos que tienen un mejor comportamiento que otros, pero que no fueron seleccionados específicamente para eso”, resaltó
cuadro3.PNG
Spiroplasma. Escala de severidad de daño en espiga de maíz
En cuanto a las prácticas de manejo, el líder del Proyecto Plagas indicó que el objetivo central para el presente año debe ser mantener en el período invernal a la población de la plaga en el nivel más bajo posible porque, de lo contrario, volverán a registrarse en el ciclo 2024/25 problemas similares a los ocurridos en la presente campaña.
“La mayor herramienta de control del vector de la enfermedad es eliminar maíces guachos, implementar vacíos sanitarios y realizar siembras no-escalonadas con ventanas cortas”, señaló Lucas.
cuadro2.png
En ese sentido, una de las prioridades debe ser mantener los campos libres de maíces guachos, dado que esas plantas, además de actuar como reservorios de la plaga, también proveen alimento al insecto durante el invierno.
“Podemos hacer todo bien en nuestro campo, pero si nuestro vecino no se compromete a hacer lo mismo, el problema es inmanejable, lo que implica que resulta indispensable realizar acciones coordinadas en conjunto”, resumió.