Un relevamiento realizado por CREA muestra que la intención de siembra de trigo en la campaña 2023/24 se mantendría estable respecto de 2022, aunque la de cebada caería de manera importante.
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SUSCRIBITEUn relevamiento realizado por CREA muestra que la intención de siembra de trigo en la campaña 2023/24 se mantendría estable respecto de 2022, aunque la de cebada caería de manera importante.
Entre el 18 y el 31de mayo se llevó adelante un relevamiento en las diferentes regiones agrícolas de la red CREA respecto de la intención de siembra para la campaña invernal 2023/24.
Si bien en términos promedio la intención de siembra de trigo muestra que no habría mayores variaciones respecto de 2022/23, a nivel regional se presentan grandes diferencias en función de la situación hídrica.
Dos de las principales zonas trigueras argentinas –Mar y Sierras y Sudoeste– reportaron que prevén aumentar el área de siembra de trigo al disponer de reservas de humedad buenas a óptimas en la mayor parte de las mismas.
En el norte argentino, también favorecido por las lluvias recientes, los empresarios agrícolas prevén aumentar la superficie de trigo con el propósito de disponer de liquidez hacia fines de año y consolidar la sostenibilidad agronómica de las rotaciones agrícolas.
Sin embargo, en aquellas regiones que no llegaron a recibir precipitaciones para recomponer el déficit hídrico la intención de siembra caerá con respecto a la campaña pasada.
En tanto, Santa Fe Centro y Litoral Sur, dos regiones que lograron recuperar humedad en las últimas semanas, se reportó que el área de siembra sería equivalente a la implantada en 2022.
De esa manera, a pesar de la heterogénea situación ambiental presente en el “mapa” productivo agrícola argentino, los esfuerzos adicionales realizados por algunas regiones llegarían a compensar la merma de área que habrá en las zonas que siguen comprometidas.
La situación de la cebada es distinta, ya que se relevó una intención de siembra un 15% menor a la campaña anterior, posiblemente traccionado por el descenso de los valores ofrecidos y el menor interés por la cebada forrajera. En todas las regiones donde la cebada tiene participación significativa la intención de siembra es más baja.