Agusto Casmuz, técnico de la Estación Obispo Colombres, de Tucumán sabe que la chicharrita del maíz no es una plaga nueva en su zona. Sin embargo, la última campaña reunió todas las condiciones para que se produjera la tormenta perfecta: inviernos benignos y lluvias dispares que llevaron a siembras escalonadas de maíz determinaron que el insecto, que se alimenta exclusivamente de este cultivo, pasara de un lote al otro con total firmeza, reproduciéndose sin control.