Cuando se menciona el concepto “bienestar animal” quizás algunos piensen que se trata de algo subjetivo sobre lo cual se puede hablar mucho y precisar poco. Pero no es así
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SUSCRIBITELa Mesa Técnica Lechera de CREA dedicó un espacio importante a mostrar los últimos avances en materia de bienestar animal.
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SUSCRIBITECuando se menciona el concepto “bienestar animal” quizás algunos piensen que se trata de algo subjetivo sobre lo cual se puede hablar mucho y precisar poco. Pero no es así
Este martes, en el ámbito de la reunión mensual de la Mesa Técnica Lechera de CREA –que se lleva a cabo en formato tanto presencial como virtual– , se dedicó un espacio importante a la materia.
Belén Lazzarini, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), mostró un artículo publicado este año en Journal of Animal Behaviour and Biometeology, en el cual, junto a Javier Baudracco (IciAgro-Litoral) y Pol Llonch (Universidad Autónoma de Barcelona) se sistematizó la situación del bienestar animal en empresas lecheras argentinas a partir del protocolo europeo Welfare Quality, que comprende ítems relativos a la alimentación, alojamiento, sanidad y comportamiento.
“Se trata del primer estudio que profundiza en las diferentes medidas de bienestar animal en establecimientos lecheros de Argentina”, comentó Belén. “La principal fortaleza de los sistemas de producción argentinos en relación con el bienestar animal es el acceso de las vacas a los pastos durante todo el año en el 90% de los tambos”, remarcó.
El trabajo detectó que los principales aspectos que deben abordarse para mejorar el bienestar de las vacas lecheras son la inclusión de dispositivos de mitigación del estrés calórico y la mejora del suministro de agua para reducir el recorrido de distancias extensas.
En tanto, Macarena Córdoba, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, expuso la metodología de un trabajo –aún no publicado– que se dedicó a realizar mediciones de bienestar animal en sistemas lecheros pastoriles y confinados de la Argentina utilizando el protocolo Welfare Quality.
El estudio, que se llevó a cabo en 18 tambos, en general mostró resultados más favorables en sistemas pastoriles que en confinados, fundamentalmente por puntajes superiores en los ítems correspondientes a alojamiento (que incluye facilidad de movimiento) y comportamiento.
Emiliano Demarchi, también integrante de la de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL y de IciAgro-Litoral , expuso los resultados parciales de un trabajo dedicado a medir el tiempo de descanso en sistemas lecheros pastoriles y confinados tipo dry-lot.
“El descanso o el tiempo de echada es una actividad de alta prioridad en vacas lecheras que se utiliza como un indicador importante de su bienestar. Por eso nos propusimos cuantificar tiempo de descanso en diferentes sistemas productivos”, comentó Emiliano.
Para eso entre los años 2022 y 2023 se seleccionaron seis tambos santafesinos bien gestionados, mitad pastoriles y mitad con dry-lot, en los cuales se colocaron podómetros en las patas de 50 vacas por tambo para hacer un seguimiento de las mismas durante cada hora del día en el plazo de un mes completo.
Los datos correspondientes al 2022 (los del 2023 siguen en proceso) muestran que no hubo diferencias significativas en los que respecta al tiempo echada en ambos sistemas productivos evaluados. “Sin embargo, se detectó que el tiempo de echada se reduce a medida que aumenta el tiempo de ordeño y lo mismo sucede con la distancia recorrida por las vacas, lo que implica que a partir de determinado umbral de ambas variables los animales comienzan a experimentar estrés”, señaló el técnico.
También se mostraron los resultados de un trabajo diseñado por Santiago Di Bert (Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL) para relevar indicadores de salud relacionados con el bienestar animal, en el cual se evaluaron registros del programa de gestión de rodeo de seis tambos bien gerenciados –tres pastoriles y tres confinados– para cuantificar durante el año 2022 la cantidad de vacas con al menos un caso de mastitis y un caso de rengueras, además de los indicadores de mortalidad y descarte. En este caso, sí se relevaron diferencias importantes entre sistemas.
“El incremento de los niveles de descarte de vacas en tambos va en contra del resultado de las empresas, lo que implica que el bienestar animal, además de una exigencia ética, es una herramienta importante para la sostenibilidad del negocio”, explicó Emiliano.
Por último, en la reunión se trató la cuestión de la percepción de los consumidores sobre los sistemas de producción de leche pastoriles y confinados. Al respecto, se expuso un trabajo en el cual, luego de entrevistar a un grupo de personas no relacionadas con el ámbito agropecuario, se las invitó a recorrer tambos para posteriormente volver a consultarlos. El estudio permitió evidenciar que, luego de la recorrida, la opinión de los consumidores sobre los sistemas productivos lecheros había mejorado al poder contrastar que muchos de sus prejuicios no se correspondían con lo observado en la visita.
La Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL lleva adelante un proyecto de investigación financiado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, el cual es dirigido por Javier Baudracco y tiene como propósito estudiar el bienestar animal, entre otros aspectos de los sistemas lecheros de la Argentina.