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SUSCRIBITEDiez aspectos clave de una recría eficiente según el especialista Osvaldo Luna. Un factor central para la ganadería argentina.
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SUSCRIBITESi bien usualmente se consideran que la recría es el período comprendido entre el fin de la lactancia y el inicio de la fase de terminación de la hacienda, la realidad es que se trata de una fase para corregir –en la medida de lo posible– el producto generado por la cría y preparar a los animales para la terminación o la entrada en producción de los reproductores.
No existe en la recría un manual único con soluciones generales, porque cada situación debe abordarse de manera particular con el objetivo de obtener el máximo potencial productivo posible. Sin embargo, según explicó Osvaldo Luna, coordinador técnico del área de Ganadería de la región CREA Córdoba Norte y asesor del CREA Ganaderos del Noroeste, existen diez principios generales para una recría exitosa. La presentación fue realizada durante una jornada técnica organizada en la ciudad de Tucumán por la región CREA NOA.
1. Entender la curva de crecimiento de los bovinos y definir objetivo de la recría. Se trata del período en animales jóvenes en los cuales se prioriza el crecimiento óseo y muscular por sobre el engrasamiento a través de un manejo nutricional. La recría, en términos fisiológicos, es la etapa en la cual el animal experimenta las máximas tasas de crecimiento del hueso y el músculo. La clave, entonces, consiste en conocer cuál es la curva de crecimiento de los bovinos en esa etapa en función del biotipo, sexo y raza, de manera tal de diseñar un manejo nutricional orientado a obtener determinado aumento diario de peso en función del peso final de faena.
2. Planificar adecuadamente la calidad de la dieta de recría. El aumento diario de peso vivo no debe ser el potencial para evitar un engrasamiento precoz. Se busca generar estructura a través de la proteína. La bibliografía disponible muestra que la restricción de proteína en la dieta durante la recría afecta a capacidad de generar músculo en una fase en la cual se dan las condiciones para potenciar ese proceso.
3. La buena recría comienza en la cría. La eficiencia de producción de la vaca, medida como kilogramos de ternero destetado por kilogramo de peso vivo de la vaca durante la lactancia, es un factor clave de sistema, es decir, la tasa de interés en kilogramos del capital hacienda. Las vaquillonas que entran en producción antes destetan terneros más pesados en su vida útil.
4. Mejorar la gestión del pastoreo (tecnologías de procesos e insumos). Un mismo recurso pastoril bien o mal gestionado puede representar la diferencia entre un sistema exitoso de otro que no lo es. Una adecuada gestión de la relación hoja/tallo en un pastoreo rotativo de megatérmicas permite multiplicar la disponibilidad de materia seca respecto de un planteo sin manejo profesional del recurso.
Además de la gestión del pasto, se requiere ingresar tropas homogéneas que permitan hacer un aprovechamiento eficiente del recurso, dado que, si no es el caso, el mejor diseño pastoril no podrá expresar su potencial.
5. La herramienta de suplementación es clave en función de cuando lo requiera la estrategia del negocio y la curva de crecimiento (momentos del año).
6. Analizar los suplementos en términos nutricionales y económicos. En cada región ganadera y en cada etapa del año existen recursos disponibles con diferentes características nutricionales, los cuales deben ser considerados no sólo en función de su costo ($/kg.MS), sino fundamentalmente de su aporte efectivo a la dieta en función del objetivo productivo en términos de proteína y energía.
7. Gestión económica por individuo (dato mata relato). La tecnología actualmente nos permite hacer un seguimiento de los animales más destacados (ranking) para poder hacer un selección tanto de proveedores como determinar el valor real de compra de cada tropa. La selección de animales adaptados al ambiente no sólo contribuye a consolidar la sostenibilidad económica de la empresa al eficientizar el uso de los recursos disponibles, sino que también favorece el cuidado del ecosistema.
8. La recría de la vaquillona de reposición es diferente a la de vaquillona para faena. Dietas apropiadas con alto perfil nutricional favorecen el ciclado temprano al promover la secreción de hormonas LH (luteinizantes) y del desarrollo folicular.
9. El mal manejo de la recría es residual, dado que impacta en el negocio del engorde y la calidad de carne. Lo que se hace mal durante la recría, posteriormente es irreversible en etapa de engorde.
10. La recría es la etapa donde tenemos más posibilidades de lograr mejores resultados económicos, por lo tanto, deberíamos intensificar el tiempo dedicado a la misma para verificar si se está gestionando de la manera más apropiada posible.