Sebastián Campanario, periodista especializado en innovación, se encuentra en Seúl, Corea del Sur, para acompañar a uno de sus hijos, quien está participando en el Campeonato Mundial del Cubo Mágico (Rubik's Cube World Championships).
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SUSCRIBITESebastián Campanario, periodista especializado en innovación, se encuentra en Seúl, Corea del Sur, para acompañar a uno de sus hijos, quien está participando en el Campeonato Mundial del Cubo Mágico (Rubik's Cube World Championships).
El modelo de desarrollo de Corea del Sur no es replicable en naciones latinoamericanas porque se hizo en el marco de una dictadura que anuló muchos de los derechos humanos básicos.
“Los coreanos se dieron cuenta, después de la crisis de los ‘90, que solamente con las grandes corporaciones (como Samsung, Hyundai y Kia) no alcanzaba y tenían que empezar a fomentar el ecosistema de startups; como resultado de eso actualmente cuentan con doce unicornios, es decir, empresas de base tecnológica que tienen una capitalización de mercado superior a los 1000 millones de dólares”, explicó.
Un gran aprendizaje que sí puede tomarse de Corea es la iniciativa para promover la economía basada en la creatividad, cuyo máximo exponente fue la canción “Gangnam Style” del músico PSY que batió un récord histórico de visualizaciones en la plataforma de YouTube.
“Fue el gran inicio de lo que se llama la movida del K-pop, de la música coreana, que hoy tiene un montón de bandas, pero tiene una que se llama BTS, que es la más exitosa del mundo”, indicó Campanario durante una exposición en diferido brindada en el Congreso Regional CREA de Centro, Patagonia y Sur de Santa Fe 2023, que se realizó este viernes en la ciudad de Córdoba.
El periodista explicó que la economía basada en la creatividad, que comprende también series y películas, tiene un impacto cultural enorme fuera de las fronteras del país.“Hoy muchos adolescentes en diferentes países del mundo –incluyendo la Argentina– quieren aprender a hablar coreano para entender las canciones de K-pop”, expresó.
“Corea logró generar un millón de puestos de trabajo y miles de millones de dólares en exportaciones al año gracias a la economía creativa y nosotros en la Argentina tenemos como base ese potencial creativo, pero no lo aprovechamos, porque no tenemos las externalidades económicas que logra tener un país como Corea”, agregó.
El país asiático invierte sumas siderales en educación orientada a promover la investigación y el desarrollo de innovaciones tecnológicas con capacidad de transformar diferentes rubros de la economía.
“La integración de la robótica con la inteligencia artificial está permitiendo que robots puedan aprender entre sí a reparar electrodomésticos. Imaginen algo así en el campo, donde una máquina pueda recurrir a otra para solucionar un desperfecto”, comentó.
El especialista dijo que, si bien la Argentina no tiene recursos económicos para competir en muchos rubros de alta tecnología, sí dispone de un capital humano importante con capacidad de promover innovaciones en determinados ámbitos del conocimiento.
“El sector agropecuario es de lo más innovador que tiene la Argentina: es un activo muy grande. Muchas veces se asocia innovación con grandes compañías tecnológicas, pero como periodista de innovación me la paso viendo historias increíbles en el campo”, manifestó.
Campanario dijo que es necesario reforzar la autoconfianza porque “muchas veces en el campo no se ven a sí mismos como gente súper innovadora y realmente lo son”. Y luego dijo que en el agro se buscan crear redes intergeneracionales y multidisciplinarias para poder construir ámbitos en los cuales buscar miradas diferentes que propicien la generación de innovaciones.