15 de febrero de 2025 en Buenos Aires

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Del monte patagónico al caldenal pampeano: ganadería a ambas orillas del río Colorado

En la región Semiárida, Cristian Burtre aplica técnicas avanzadas de reproducción y ganadería regenerativa con manejo holístico de pastizales.

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Por Región CREA Semiárida I SAR

Cristian Burtre, integrante del grupo CREA Aoken Al (región Semiárida), lidera una empresa unipersonal con campos arrendados al norte y al sur del río Colorado, en las provincias de Río Negro y La Pampa. Allí desarrolla diversos sistemas ganaderos, adaptados a las condiciones ambientales y comerciales de cada zona, separadas por la barrera fitosanitaria que delimita a la Patagonia como zona libre de aftosa sin vacunación.

“Soy hijo de una pequeña productora de Pichi Mahuida, en la provincia de Río Negro. Siempre me atrajo la producción agropecuaria, por lo que decidí formarme como médico veterinario. Actualmente trabajo en el monte del norte patagónico y en el sur del caldenal, en la provincia de La Pampa, tras haber expandido mis actividades hacia el norte del río Colorado”, señala Cristian.

El empresario considera que su formación profesional, combinada con su experiencia como productor, genera una sinergia en su negocio. “A lo largo de mi carrera fui incorporando especializaciones en reproducción y, más recientemente, en ganadería regenerativa. Estas herramientas las aplico tanto en mi empresa como en el asesoramiento integral que brindo a mis clientes”.

El CREA Aoken Al está conformado por diez empresarios y su zona de influencia se extiende desde el sur de Mendoza hasta Viedma y San Antonio Oeste (Río Negro). Aunque se trata de ambientes distintos, comparten un clima altamente variable, con períodos de exceso y escasez de humedad que influyen en el manejo del ganado.

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CREA Aoken Al

CREA Aoken Al

“En particular, en Pichi Mahuida y en el sur de La Pampa, contamos con precipitaciones promedio de 400-450 milímetros anuales. Sin embargo, hacia el sur, las lluvias disminuyen aproximadamente un milímetro por kilómetro”, detalla.

Dado que la producción depende del régimen de lluvias, los resultados están estrechamente ligados a las precipitaciones estacionales. “En años con buenas lluvias en otoño y primavera, los campos responden favorablemente, permitiéndonos desarrollar ciclos completos de cría y recría. Incluso hemos podido implantar verdeos en algunos casos. No obstante, cuando las lluvias caen fuera de temporada, en invierno o verano, se generan ventanas de producción de pasto muy cortas”, lamenta.

En Río Negro, al sur de la barrera sanitaria, Cristian trabaja sobre 9000 hectáreas, distribuidas en dos campos, con 700 vientres (500 Hereford y 200 Angus) y una recría que involucra 400 animales. “Realizo cría, una recría corta y un engorde liviano con silos de autoconsumo, utilizando maíz y núcleo”.

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Hacienda Hereford

Hacienda Hereford

Su estrategia incluye el manejo de machos enteros jóvenes destinados al mercado local. “Si el año climático es favorable, logramos una mejor recría y los animales ingresan al feedlot con 240-250 kilos. En años secos, los encerramos con pesos de 180-200 kilos. El objetivo es terminar el ciclo con animales de 360 a 420 kilos para faena”.

“En los últimos seis años, las lluvias estuvieron por debajo de la media. Como los campos del sur son de menor calidad y los arrendamientos se volvieron más difíciles, decidí expandirme hacia el norte, en la provincia de La Pampa, donde las condiciones son distintas", comenta el empresario.

En La Pampa, donde asesora clientes hace cuatro años, Burtre se estableció como productor en 2024. Hoy gestiona dos campos arrendados con un total de 5000 hectáreas. “En uno tengo 250 vacas Angus y el proyecto es llevarlo a 350, con 300 animales en recría. En el otro manejo 100 vacas con 120 vacunos de recría”, informa.

La estrategia en esa región incluye trabajar más en la recría de hembras, con un ciclo productivo más largo y ventas certificadas. “En Río Negro desteto los terneros, los ingreso al feedlot lo antes posible y los vendo terminados. En La Pampa, en tanto, aplico un destete tradicional, de entre cuatro y seis meses, seguido de un año de recría. Este esquema lo probamos en 2024 y planeamos continuarlo en 2025”.

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Hacienda Angus

Hacienda Angus

Cada región ofrece condiciones comerciales diferentes. “En el sur de la barrera fitosanitaria hoy un animal terminado se paga 3300 pesos el kilo y un ternero 4300 pesos. Al norte de la misma, un animal gordo vale 2400 pesos y un ternero de invernada de 180 kilos, 3000 pesos”, comenta.

El feedlot le proporcionó cierta estabilidad en el sur de la barrera. “Encerrando un ternero de 230-240 kilos, sabemos que en 90 días alcanza los 360-380 kilos y a los 15 días lo cobramos. Es un ciclo corto, con costos más altos, pero seguro. En cambio, en La Pampa el ciclo es más largo, incierto y difícil de planificar, ya que las ventas de invernada pueden tardar entre 30 y 60 días”.

En términos de receptividad, al sur del río Colorado se requieren unas 8,0 hectáreas por vaca. En La Pampa, se necesitan alrededor de 5,0 hectáreas por vaca y, en años lluviosos, el impacto sobre la recría es significativo. Sin embargo, en esta región se trabaja de forma más económica, casi exclusivamente a pasto, o implementando un destete precoz que permita maximizar la eficiencia productiva.

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Destete híperprecoz

Destete híperprecoz

Una de las características que distingue a Burtre en el grupo CREA es que arrienda toda la superficie sobre la cual trabaja. “No tengo campo propio. Recién este año estamos tomando posesión de un campo de 1200 hectáreas de mi esposa. Ahí comenzamos con la planificación de la tierra. Hoy tenemos nueve cuadros y estamos por hacer dos aguadas. A partir de la primavera que pasó, ya tenemos 100% hacienda propia”.

En los campos arrendados, Cristian trabaja con cierta inestabilidad, ya que depende de la voluntad de los dueños. “Actualmente se están dando cambios generacionales, y muchas familias herederas piensan en vender. Realizo contratos de cinco años para intentar lograr estabilidad; descuento progresivamente de los alquileres las inversiones fijas, como picadas, y hago las infraestructuras móviles, como aguadas, bombas solares, alambrados y mangas, para poder trasladarlas si es necesario”.

El empresario CREA destacó que “como veterinario y productor intento aplicar todas las técnicas disponibles, tanto en reproducción como el manejo de pastizal y en la suplementación, entre otros aspectos. En la medida que fui haciéndome productor ganadero, fui aplicando las prácticas que recomendé e implementé con mis clientes. Creo que a veces como productor puedo ver las cosas de un modo diferente, definir mis inversiones y arriesgar un poco más”.

En relación con su experiencia en el grupo CREA, añadió que “las diferentes perspectivas generan debates enriquecedores. Estas discusiones me ayudan a evaluar mejor las decisiones, desacelerar en ideas poco viables y ganar confianza en estrategias más sólidas”.

La implementación de un sistema de ganadería regenerativa permitió a Burtre lograr una carga ganadera más estable, optimizar el manejo de los tiempos de uso de los potreros y mejorar la eficiencia en función del estado fisiológico de las distintas categorías del rodeo.

Este sistema integra el manejo del pastizal a través de diagnósticos precisos sobre su estado y planificaciones detalladas que incluyen el uso de la tierra, las inversiones en infraestructura, la gestión financiera y el manejo del rodeo. “En comparación con un planteo tradicional, el manejo holístico involucra todo el ecosistema del campo. No sólo medimos las raciones de pastizal, sino también el grado de utilización del monte y las distintas especies forrajeras”.

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Manejo holístico de pastizales

Manejo holístico de pastizales

Durante la primavera, cuando el pastizal presenta su mayor potencial de crecimiento, el productor organiza el rodeo para recorrer rápidamente todos los cuadros, y así permitir que todas las plantas tengan oportunidades de crecimiento. “Esto evita la competencia entre especies, estimula la biodiversidad y estabiliza el pastizal. Con el tiempo, hemos logrado contar con variedades de pastos en primavera, verano e invierno”, destaca.

El excedente de forraje generado en primavera se raciona para ser utilizado durante el invierno. “Planificamos estas acciones diagnosticando las raciones disponibles y, conociendo el estado del ganado, utilizamos suplementos como sales nitrogenadas para optimizar el uso del monte y el pasto, manteniendo cargas estables”, agrega.

Cristiane recuerda que, anteriormente, el stock de hacienda dependía de las precipitaciones. “Cuando llovía, aumentábamos la carga, pero en sequías nos quedábamos sin pasto y había que vender animales rápidamente, generando problemas económicos. Esto derivaba en un manejo errático del stock y de las finanzas”.

La experiencia adquirida en Río Negro con el enfoque holístico está siendo aplicada ahora en su nuevo emprendimiento en La Pampa. “Hace cinco años comencé a implementar este sistema en los clientes que asesoro, con excelentes resultados. Por ejemplo, hemos logrado aumentar la receptividad en zonas con pastos de baja calidad, como pajonales, gracias a este tipo de manejo”.

En sus rodeos, el productor implementa dos servicios al año, adaptados a las condiciones climáticas, productivas y económicas de cada planteo. Estos servicios son cortos, de unos 50 días, distribuidos en un 30-40% en otoño y un 60-70% en primavera. “Este esquema me permite mantener una oferta continua de animales gordos durante todo el año”.

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Tratamientos reproductivos

Tratamientos reproductivos

En 2023, un año con sequía, realizó un destete hiperprecoz con terneros de 35-40 kilogramos en octubre, con buenos resultados. “Gracias a las lluvias de diciembre y enero del ciclo pasado, logramos recriar los terneros en verano y, para abril-mayo, ingresaron al feedlot con un buen peso”, comenta.

La estrategia también apunta a que las vacas retomen el ciclo reproductivo de manera temprana. “Utilizamos un producto veterinario que actúa de forma similar a los protocolos usados para tiempo fijo. Es una solución de estrógeno y progesterona de larga acción, que se aplica una vez, de manera inyectable, y favorece la activación del ciclo sexual de la vaca en poco tiempo”, detalla.

Cristian ya probó ese protocolo en varias situaciones. “En el norte de La Pampa, donde algunos campos estaban en malas condiciones y había poco pasto, saqué los terneros y apliqué este tratamiento. En Río Negro, tras una lluvia que mejoró el estado de las vacas, decidí mantener los terneros y aplicar el producto”, señala.

Aunque aún está a la espera de los resultados de las ecografías, ya tiene cinco o seis protocolos en marcha. “Ese tratamiento podría utilizarse en años normales en septiembre, previo al inicio de servicio y reforzar así la inseminación de octubre, donde generalmente la vaca llega en condición corporal muy justa. Creo este tratamiento nos sacaría de ese anestro superficial temporario”, concluye.

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