La correcta identificación de los síntomas del achaparramiento del maíz o Spiroplasma es uno de los aspectos clave para comenzar consolidar las defensas indispensables para poder controlar a la enfermedad.
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SUSCRIBITEExposición de Paz Giménez Pecci sobre Spiroplasma en una jornada organizada por la Asociación de Semilleros Argentinos y el Proyecto Plagas CREA.
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SUSCRIBITELa correcta identificación de los síntomas del achaparramiento del maíz o Spiroplasma es uno de los aspectos clave para comenzar consolidar las defensas indispensables para poder controlar a la enfermedad.
Al respecto, la investigadora María de la Paz Giménez Pecci del Instituto de Patología Vegetal Ing. Agr. Sergio Fernando Nome (Ipave-INTA) presentó una guía práctica de escalas sintomáticas según estadios del cultivo.
“El grado 1 de la escala sintomatológica comprende un amarillamiento muy generalizado, sobre todo en hojas superiores, pero es muy difícil de reconocer”, explicó Giménez Pecci en una jornada en formato virtual organizada este miércoles por la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y el Proyecto Plagas CREA.
El grado 2 se caracteriza por el borde foliar enrojecido o necrótico y, en el caso de estar también infectado por el virus del rayado fino (MRFV), se aprecia el punteado clorótico que se empieza a ver a lo largo de las levaduras (principalmente cerca de la vaina). En tanto, el grado 3 de Spriroplasma está caracterizado por “pinceladas” de color rojo, amarillo y verde que empiezan desde el borde foliar.
“Cuando vemos esa sintomatología de estrías cloróticas que nacen en la base de la lámina y que se van estirando hacia la punta, que son irregulares y no necesariamente respetan las nervaduras, entonces no hay ninguna duda que hay Spriroplasma”, señaló Giménez Pecci.
“En el grado 4 y el 5 ya tenemos un golpe importante en el rendimiento, con presencia de estrías amarillas irregulares, que nos muestran la presencia inconfundible de Spriroplasma; en el caso del rayado fino, si también está presente, entonces se observa a lo largo de las nervaduras”, remarcó.
En lo que respecta al grado 5 los síntomas abarcan multiespigas, macollos y falta de granos. “Una sintomatología muy típica del Spiroplasma es el quiebre de la dominancia pical y la presencia de multiespigas”, detalló Giménez Pecci.
La investigadora explicó que el Spiroplasma no afecta por lo general el número de granos –a menos que la planta sea muy afectada de manera temprana–, pero sí afecta el llenado de los granos, lo que se evidencia con claridad en los marlos infectados.
Relevamientos realizados por Ipave-INTA muestran que en el norte argentino la prevalencia de Spiroplasma era elevada hasta el año 2005, aunque luego comenzó a descender de manera progresiva hasta niveles casi insignificantes entre 2011 y 2016. Sin embargo, hacia 2017 comenzó a registrarse un aumento considerable de la enfermedad.
La especialista indicó que la enfermedad se detectó no sólo en toda la región pampeana argentina, sino incluso también en el Alto, Medio y Bajo Valle del Río Negro.