29 de octubre de 2025 en Buenos Aires

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Comunicación: el empresario agrícola que la está "rompiendo" en las redes sociales con Agroconceptos

Diego Agustín Álvarez, apasionado de los drones y la agricultura de precisión, es productor y especialista en comunicación y este año ingresó al CREA Montoya.

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Por CREA Región Litoral Sur | LIS

Comunicación agropecuaria y redes sociales

Gracias al auge de las redes sociales, Diego Agustín Álvarez, además de empresario agrícola, pudo transformarse en los últimos años en un destacado comunicador del ámbito rural.

Como muchas cosas en la vida, ese iniciativa surgió casi de casualidad. Diego se propuso ofrecer ayuda a una institución educativa de la ciudad entrerriana de Nogoyá para que los estudiantes de una tecnicatura universitaria en producción agropecuaria pudiesen tomar contacto directo con la realidad del campo.

Luego de algunos acercamientos, los responsables de la institución no mostraron mayor interés en la propuesta, a pesar de que la misma había generado gran interés entre los alumnos, muchos de los cuales provenían de entornos urbanos.

“Esa situación me desilusionó, pero pensé que, gracias a las redes sociales, podía comenzar a generar contenido que pudiesen aprovechar no sólo los estudiantes de ese terciario, sino todos los demás”, explica Diego, quien este año ingresó al CREA Montoya (región Litoral Sur).

Lo que comenzó con fines didácticos, en poco tiempo se transformó en un canal de comunicación (Agroconceptos) que propició interacciones no sólo con estudiantes, sino también con empresarios, profesionales e investigadores, además de proveedores de productos y servicios para el agro.

Actualmente Agroconceptos cuenta con más de 26.000 seguidores en Instagram y casi 16.000 en X (ex Twitter), donde Diego, agrónomo especializado en agricultura de precisión y entusiasta de la tecnología, muestra las experiencias instrumentadas en su establecimiento agrícola entrerriano.

Historia

Diego proviene de una familia del rubro gastronómico. Su padre adquirió el campo como reserva de valor –originalmente destinado a la actividad ganadera– y que también se empleó con fines recreativos. El hecho de pasar, durante su infancia y adolescencia, muchos fines de semana y veranos en el establecimiento forjó su vocación y, cuando llegó el momento de decidir una carrera, optó por la agronomía para transformarse, con los años, en el gerente general de la empresa.

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Diego Agustín Álvarez junto a su padre.

Diego Agustín Álvarez junto a su padre.

El éxito de Agroconceptos no sólo obedece a la publicación de cuestiones innovadoras en materia tecnológica, sino también al hecho de que Diego no tiene reparos en expresar sus opiniones de manera transparente –siempre bien fundamentadas– sobre diferentes aspectos del ámbito agropecuario, algunos de los cuales no son muy difundidos.

“No sólo las plantas se estresan: el estrés del productor es una realidad de la que pocos hablan”, asegura. “Más allá de los estereotipos que puedan existir, la vida en el campo está repleta de desafíos que muchos desconocen; estudios recientes en EE.UU. y Canadá muestran que los agricultores enfrentan niveles de estrés y depresión más altos que los de la población general”.

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Diego Agustín Álvarez ofreciendo una charla sobre “estrés en la agricultura” en el ámbito de un panel realizado en septiembre de 2025 en una jornada organizada en Dolores, Uruguay.

Diego Agustín Álvarez ofreciendo una charla sobre “estrés en la agricultura” en el ámbito de un panel realizado en septiembre de 2025 en una jornada organizada en Dolores, Uruguay.

Si bien las miradas externas pueden a veces asociar lo rural con un ambiente idílico, la realidad es que el riesgo climático, productivo y comercial, combinado con el aislamiento, pueden propiciar situaciones de estrés al tener que hacer frente a muchas variables que están por fuera del control del empresario, que tiene un gran capital invertido en una industria con techo abierto.

“A pesar de los avances tecnológicos, el agro sigue siendo una labor solitaria; el aislamiento puede intensificar el estrés y la depresión, ya que la falta de interacción social y apoyo emocional se suma a la enorme carga que ya asumimos”, comenta.

Además de emplear las redes sociales para generar vínculos e interacciones, Diego decidió sumarse al CREA Montoya precisamente por ese motivo: la necesidad de trabajar en un ámbito de contención y confianza conformado por pares.

“Si bien la decisión final siempre es del empresario, la red CREA permite que estemos acompañados y eso es muy importante para casos como el mío, en el cual, además de gerente general, soy gerente de producción, comercial y administrativo”, explica.

Drones y agricultura de precisión

Diego este año logró sembrar el primer cultivo “sin huella”: un lote de trigo que será cosechado en los próximos días que, luego de la siembra, no recibió el ingreso de ningún equipo terrestre.

“Comencé realizando una fertilización variable con un drone en un maíz. Fue la tercera aplicación con el cultivo ya instalado, lo que habría representado una pérdida importante con un equipo terrestre; esa fue la primera experiencia y resultó bien”, comenta.

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Cultivo de trigo

Cultivo de trigo "sin huella"

El empresario asegura que, si bien el costo de una aplicación con drone supera al de un equipo terrestre, el mismo se compensa con la reducción de pérdidas productivas por pisado.

“Tenía mis dudas inicialmente con las aplicaciones de herbicidas, pero el control resultó ser muy efectivo; además, el drone permite reducir el efecto acumulado de la compactación ocasionado por los equipos terrestres”, afirma.

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Drones de uso agrícola

Drones de uso agrícola

Diego está atento a todas las novedades en la materia, ya que la industria de los drones está trabajando en el desarrollo de equipos tanto con mayor capacidad de carga como de autonomía.

Usuario sistemático de aplicaciones de agricultura por ambiente, antes de recorrer un lote determina en una pantalla la situación del mismo en función del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) contrastado.

“Una vez detecté una zona roja bien cuadrada, justo en el sentido de siembra, y eso me permitió descubrir bolsones de semilla de trigo con bajo poder germinativo. Pude resembrar a tiempo. Con esa tecnología es posible detectar situaciones que no se van a simple vista”, apunta Diego.

“Es una herramienta valiosa que todo agrónomo o productor debería tener a mano, revisando el mapa cada tres a cinco días –siempre que no esté nublado– para poder actuar a tiempo cuando se lo requiera”, resume.

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Agricultura de precisión

Agricultura de precisión

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