Delegar la conducción de una empresa no es nunca una acción puntual, sino el resultado de un proceso. Y de los más delicados, puesto que en él está implícita la energía del equilibrio intelectual y emocional necesario para facilitar el traspaso de la actividad y, además, potenciar su resultado.
Para Javier Dulom, Director Ejecutivo en Aqnitio S.A. y coordinador académico en la Universidad de San Andrés, cada familia empresaria debe encontrar su propia fórmula. No existe una solución universal para la prosperidad de cada empresa pero hay algunas preguntas clave que suelen hacerse los dueños administradores y las familias empresarias relacionadas con la transición generacional, las dificultades para delegar, los conflictos o la falta de diálogo.