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SUSCRIBITE Caminos rurales en Chaco
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SUSCRIBITEEn la provincia de Chaco existen 113 consorcios camineros que trabajan para mantener tanto los caminos rurales como los canales y cuerpos de agua. Los consorcios se financian con el 70% de los aportes provenientes de una alícuota del 10% que se aplica sobre la base de liquidación del Impuesto a los Ingresos Brutos abonado por todas las empresas agropecuarias, mientras que el 30% restante se destina a Vialidad provincial.
A su vez, el 70% de los recursos recaudados se divide en dos partidas. La primera, que comprende el denominado “Fondo A”, se distribuye entre los consorcios en función de la red vial que tienen a su cargo. La segunda, el “Fondo B”, corresponde a una partida gestionada por Vialidad provincial para atender la realización de obras extraordinarias o bien asistir a zonas que se encuentren en situación de emergencia.
En el ejercicio 2021, por ejemplo, se gestionaron recursos por 1451,7 millones de pesos para atender la red vial rural de 28.000 kilómetros, de los cuales 997.500 millones correspondieron al “Fondo A”, mientras que el monto restante se asignó al “Fondo B”.
Los consorcios están agrupados en cinco regiones, las cuales, a su vez, están integradas en la Asociación de Consorcios Camineros del Chaco; esta última tiene a su cargo acordar todos los años con Vialidad provincial la distribución regional de ambos fondos, además de buscar alternativas accesibles para renovar el parque de maquinaria y la compra de insumos y equipos.
En ese sentido, por ejemplo, el año pasado se realizó un convenio con el Nuevo Banco de Chaco por medio del cual se implementó una línea de créditos a tasa fija anual en pesos del 30% con pagos en 48 a 60 cuotas para la adquisición de equipos de arrastre.
“Con una buena administración, los recursos disponibles alcanzan para hacer un mantenimiento adecuado de la red vial terciaria”, comenta Lucas Vicentín, integrante del CREA Pampa del Infierno (región Chaco Santiagueño) y ex presidente del Consorcio Caminero Nº 53 de Río Muerto (departamento de Almirante Brown).
Si bien existe una importante dispersión de situaciones en la gestión de recursos realizada por los diferentes consorcios, la variable clave, en todos los casos, es el nivel de participación de los propietarios de campos.
En cada consorcio caminero se realiza una asamblea anual en la cual se exponen ante la comunidad los gastos realizados y el plan de obras proyectado, además de renovar al menos la mitad de consejo directivo. Todos los cargos son ad honorem.
“Cuando estuve al frente del consorcio caminero Nº 53, solicité una partida extraordinaria del Fondo B para realizar un terraplenamiento con 15.000 metros cúbicos en una zona que estaba complicada, la cual fue concedida luego de realizar los trámites requeridos”, comenta Lucas. Para obtener tales partidas extraordinarias, los consorcios deben presentar números bien ordenados y no contar con ningún tipo de deuda.
“El sistema funciona bien, pero lo ideal, para evitar complicaciones, sería que los mandatos en los consorcios camineros sean rotativos y que no puedan extenderse por más de dos períodos consecutivos”, concluye.