“El manejo holístico es una manera de enfocar la empresa desde tres aspectos, uno tan importante como otro: el social, el económico y el ambiental. Considero que el combo entre biología, personas y negocio es muy complejo, y requiere este enfoque para que sea sustentable, por eso ninguna decisión se toma de manera lineal y todas tienen que estar en consonancia con la visión de la empresa. Para ser más gráfico, ¿qué le pasa a una olla negra que le falta una pata? Se cae, se necesitan sinérgicamente las tres para mantenerse parada”, señala.
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Santiago Angelillo (segundo desde la derecha) con integrantes del equipo de trabajo.
El triángulo de la sostenibilidad es un objetivo perseguido por muchas empresas, pero ustedes lo han hecho propio a través de un enfoque que lo sistematiza. ¿Cómo llegaron a tener conocimiento de éste?
SA: Había leído algunos artículos de Allan Savory, su mentor, y un día vi un video en TED donde describía aspectos muy interesantes sobre el enfoque integral (holístico). Cuando nos interiorizamos, encontramos una metodología de planificación que se adecuaba mucho a nuestras necesidades y que, una vez planteada, fue aceptada inmediatamente por los dueños. En el video menciona que una manera de revertir el cambio climático es utilizando vacas, siempre y cuando se haga una buena gestión de pastoreos para secuestrar carbono en el suelo. Una amenaza importante para la actividad es la imagen que se tiene sobre el efecto nocivo de los bovinos por la emisión de metano y oxido nitroso, responsable en parte del Efecto Invernadero. Creo que es un tema que hay que tomarlo en serio y que, si se lo encara de manera correcta, podría ser una oportunidad para los ganaderos.
¿Eso fue lo que los motivó a implementarlo?
SA: Nos preguntamos: “¿Cómo podemos mejorar la productividad del campo, el campo mismo, el negocio y la calidad de vida de las personas que trabajan con nosotros?” Y encontramos en este enfoque una motivación para hacerlo. Hice el Programa de Dirección de Empresas Agropecuarias de la Universidad del San Andrés y luego un curso de coaching ontológico, y encontré similitudes con lo que plantea Savory, sólo que él además le agrega el componente biológico. Dicho en criollo, el manejo holístico sería como ‘management’ aplicando la biología.
La planificación, la clave
El administrador de Rincón de Corrientes cuenta que Savory, durante su estadía en África, observó los movimientos de grandes manadas de herbívoros de pastoreo. Notó cómo se movían cuando un depredador estaba en el área, agrupándose por protección, y pisoteando el suelo y las plantas. “En ese proceso, la capa terrestre se rompe y las partes vegetales muertas se incorporan al suelo donde se descomponen rápidamente, dando paso al crecimiento de nuevas plantas. Entender esto induce a utilizar a los animales de manera que imiten el impacto de grandes manadas silvestres y así mejorar la salud del suelo. El suelo desnudo es el enemigo número uno, por eso buscamos tener un sustrato dinámico, con la mayor actividad biológica posible, con cobertura, raíces vivas, hongos, insectos, carbono, etc.”, subraya.
¿Cómo se aplica ese concepto en la práctica, en el día a día de un planteo pastoril de cría?
SA: Hoy tenemos doce células, es decir grupos de potreros donde rota un determinado grupo de animales, de entre 1200 y 1700 vacas sobre un total de 18.000 hectáreas. En la etapa de crecimiento de pasto están entre cinco y siete días por potrero; el objetivo es que no estén más de tres, ya que buscamos dejar descansar los mismos entre 55 y 110 días, según nivel de degradación o desnudez del suelo. Lo que se busca en esta etapa es darles descanso a las plantas el tiempo suficiente; es decir, lograr un balance entre recuperación y que cuando regresen a ese potrero no esté tan pasado, ya que las especies de la zona pierden mucha calidad. Lógicamente, la cantidad de potreros y su tamaño influyen mucho en el impacto animal y en los días de descanso. Año a año, estamos acortando los tiempos para no entrar en potreros muy pasados con pajas de baja calidad. Nosotros no utilizamos fuego para controlar pajas y resetear el sistema. No en todo el campo hacemos manejo holístico de pastizales. En los sectores que lo hacemos, estamos dividiendo con alambrados eléctricos para acortar los tiempos de pastoreos; esto requiere personal capacitado, ya que un error puede generar pérdidas en la condición corporal y por ende económicas.
¿En qué se asemeja o diferencia del “pastoreo rotativo” difundido por Voisin?
SA: Siempre me gustó el pastoreo rotativo, con conceptos que aún siguen vigentes, y me he preguntado por qué en Corrientes en general y con vacas de cría en particular no se hacía. Leí sobre el tema y, por los datos que hay, no hay cambios sustanciales entre un manejo y otro, pero considero que la clave está en los días de descanso, en la facilidad de control de los animales y en el tiempo en que se hace la evaluación para la comparación con un pastoreo tradicional o continuo. Tal vez por nuestra escala, nos trajo más beneficios de tipos de control y planificación. Creo que este es la mejora sustancial que logró Savory teniendo en cuenta los conceptos de Voisin.
¿Qué lugar ocupan los registros en un planteo como éste?
SA: Durante el proceso, se registran indicadores fundamentales como condición corporal, avance de parición, mortandad, consumo de sales minerales, intensidad de pastoreo, tacto de anestro, complicaciones, etc. Los registros son claves para el futuro, son el "big data" del cual nos nutrimos para las nuevas planificaciones. Hoy ya existen apps para registrar toda esta información, la planificación y gestión de pastoreos. Hemos diseñado una aplicación muy elemental con Google Forms donde, una vez definido estos indicadores, los recorredores responden una encuesta todos los días y nos proveen de la información que necesitamos.
¿En qué consiste la “planificación de pastoreos”?
SA: La planificación propiamente dicha tiene dos etapas: un “plan abierto”, que es en la etapa de crecimiento de pasto, y un “plan cerrado”, que es en la etapa donde no hay crecimiento y el objetivo es administrar el recurso que hemos logrado acumular en el abierto, ajustando la carga. Todos los años, antes del invierno, medimos la disponibilidad de pasto lograda en la etapa de crecimiento, que será bien administrada durante el invierno (balance forrajero). En ambos casos, determinamos objetivos como producción de pasto al terminar el plan abierto, producción de terneros por vaca preñada, fecha de destete, peso de destete, todos los eventos y trabajos que sucederán durante el plan… y de éste se desprende el presupuesto de insumos.
En el centro, las personas
Angelillo cuenta que, en todos los casos, se asigna el personal responsable, acordando con cada uno de ellos sus tareas, una vez descriptos los objetivos y los trabajos en la planificación. “Los planes los hacemos entre todos con una alta y fundamental participación de los que toman las decisiones en el día a día”, indica.
Pero, ¿cómo ha sido la adopción de este nuevo enfoque por parte del personal? Para contestar esto, el administrador de Rincón de Corrientes cuenta una anécdota: “Unos de los primeros problemas que nos encontramos era mover las 1.700 vacas, una vez paridas, durante el invierno. En los primeros años, dejábamos lo parido y movíamos lo que aún no había parido; en los últimos años y por consejo del personal, estamos moviendo las vacas con cría, lo que nos mejora sustancialmente la condición corporal, ya que ingresan a potreros frescos con buenas reservas de forraje. Entender que no es un arreo fue determinante, las vacas ya pasan solas. Una vez un empleado que no había trabajado con el manejo holístico llamó por radio para avisar que las vacas le ‘pedían pasto’, es decir que las cambien de potrero. Esto demuestra el vínculo y la comprensión de lo que estamos hablando”, enfatiza.
¿Quién los asistió en el proceso de adopción de este nuevo enfoque? ¿Cuentan con asesores?
SA: Nuestro facilitador ha sido Pablo Borrelli, que trabajaba en ese momento en la Patagonia con ovejas y que nos ayudó –aún sin conocer Corrientes− a implementarlo. Además, es un excelente técnico que nos abre la cabeza y nos sigue acompañando en las planificaciones... ya que, si bien es fundamental el resultado, el proceso es lo que le da sustentabilidad. Dado que dos integrantes de nuestro equipo han hecho el curso de manejo holístico, actualmente los planes los hacemos entre nosotros sin la necesidad de un asesor. En este proceso, lo primero es definir la Misión y Visión de la empresa, conocer la debilidad principal, y diseñar el mapa estratégico y táctico, algo que Savory plantea como “definir las metas holísticas”. Luego existe la etapa de planificación, que se hace siguiendo una guía minuciosamente detallada; la de ejecución; la de gestión y la de control de gestión, donde aprendemos y generamos información vital para no cometer los mismos errores en el futuro. En definitiva, el manejo holístico no se enseña, se aprende. Es un proceso adaptativo.
Resultados a la vista
A doce años de haber comenzado con esto, Santiago Angelillo asegura observar cambios importantes y muy profundos, pero fundamentalmente en lo social y en el esquema de organización. “La planificación se realiza con quienes, en definitiva, toman las decisiones, los que están en la cancha. Para ello, se requiere una comunicación efectiva y productiva. Si ellos saben cuáles son los objetivos de la empresa, les resultará más fácil tomar decisiones en el día a día… y nosotros los acompañamos desde lo técnico y lo operativo. Con una buena comunicación, motivación y estímulos no hay límites para la mejora del sistema y para su propia mejora”, subraya.
Al ellos participar activamente en la planificación, explica, pasan a considerarse y ser parte fundamental del proceso. “Ya no dicen ‘usted me ordenó’, ahora dicen ‘nos equivocamos, pero la próxima no nos pasará’”, indica, y cuenta que la gente más joven es la que se siente más atraída y entiende más rápido el concepto.
Las reuniones con los equipos de trabajo son mensuales y toman algunos principios de la metodología CREA. “En éstas se realiza una Ronda de novedades, luego pasamos a la etapa de pedidos (por ejemplo, se rompió una tabla de la manga o falta una batea en el potrero, etcétera) y luego se termina con la conciliación de la planilla de hacienda, que se envía a Administración”, detalla.
¿Las mejoras también son tan evidentes en lo productivo?
SA: En lo productivo, hemos logrado producir entre un 20 y un 40% más de pasto que en pastoreo continuo y aumentar casi proporcionalmente la carga, logrando más terneros por hectárea (+32%). Para que te des una idea, la superficie útil dónde hacemos manejo holístico es de 18.000 hectáreas; la carga instantánea llega a 0,86 equivalente vaca por hectárea (EV/ha) en las células más viejas, donde comenzamos con el manejo, cuando históricamente no superaba los 0,50. Por supuesto que hay ambientes bien distintos uno de otros y el manejo hay que ir adecuándolo. También hemos logrado bajar las mermas a un 20%. Año a año estamos mejorando los índices de preñez, evidencia de que estamos conociendo el ‘timing’ en los tiempos de pastoreo y destetes para que las vacas no pierdan condición corporal. Nuestro objetivo era lograr producir 10.000 terneros, algo muy desafiante; hoy vamos por los 12.000 sin incremento en los costos.
¿La calidad de los pastizales ha mejorado de la mano de un aumento en la producción?
SA: Hemos logrado que se vuelvan más homogéneos, sin tantas pajas, lo que sin dudas mejora la disponibilidad de buenos pastos. En el pastoreo continuo esto es imposible, ya que el animal es selectivo y lo que ocurre es que cada vez hay más pajas y compiten por sobre las especies más valiosas… si se pasan, no queda otra que quemar. Hemos tenido tres años de sequía intensa y era notable la diferencia entre un campo manejado y un continuo. El manejado, si bien produjo menos pasto de lo habitual, siempre estaba verde y el estado de las vacas lo evidenciaba, nunca bajamos la preñez, y eso lo atribuimos a una mejor infiltración y aprovechamiento del agua. Y algo muy importante, ¡casi no requiere inversión! Sólo usar materia gris, buena comunicación y trabajo en equipo. En nuestro caso, tenemos la gran ventaja de tener aguadas naturales en todos los potreros, por lo que no se requieren inversiones importantes tampoco en ese aspecto.
Limitantes y desafíos
Para el administrador, no existen limitantes para este nuevo enfoque. “Por supuesto, siempre aparecen complicaciones y, cuando esto pasa, entre todos las resolvemos con creatividad, sustento técnico y planes operativos, siempre alineados a los objetivos y la Visión de la empresa”, asegura.
El mayor reto pasa por lograr capitalizar el excedente de la producción de pasto del período de crecimiento durante el invierno con algún tipo de suplementación proteica, que permita que las vacas no pierdan condición corporal antes del parto. “En eso estamos trabajando. Si lo logramos, podremos bajar la cantidad de vacas que van a destete precoz, reduciendo tanto el nivel de insumos necesario para éste como para la recría de hembras”, reconoce.
Otro desafío es lograr incrementar los niveles de carbono en el suelo a través de las raíces de las plantas, algo que consideran técnicamente posible. Es, asegura, su “indicador ambiental”.
¿Es posible certificar el carbono secuestrado en los pastizales?
SA: Hace más de un año estamos, junto a la empresa Suiza Eco Securities, líderes en el mercado de carbono a nivel global, en un proyecto para la certificación y venta de créditos de carbono. Recientemente nuestro proyecto ha tenido la auditoria y estamos a la espera de la validación ante Verra. De pasar esta instancia, este sería el primer proyecto registrado de este tipo a nivel global bajo la metodología VM0042 y abriría la posibilidad para nuevos proyectos de secuestro de carbono en pastizales. No sólo podría generar una nueva fuente de ingresos, sino que además pondría en valor que, con un adecuado manejo, los ganaderos pueden demostrar que contribuyen a la mejora del medio ambiente, mejorando la producción y, sobre todo, logrando con más recursos la posibilidad de brindar una mejor calidad de vida a las personas que trabajan en proyectos como éste. En definitiva, la tan buscada sostenibilidad. También buscamos certificar el standard CCB (clima, comunidad y biodiversidad). Esto le daría un plus a cada crédito obtenido.