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SUSCRIBITEUna conferencia sobre fertilización de pasturas ofrecida por Gonzalo Berhongaray en el Simposio Fertilidad 2025.
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SUSCRIBITELas decisiones de fertilización en los sistemas ganaderos son multicausales y complejas. Si bien pueden generar una mayor producción de materia seca y mejorar la calidad nutritiva de las pasturas, debe ser evaluada con criterios adecuados. “En agricultura producir mas siempre es mejor, pero para que el produce pasto no siempre”, afirmó Gonzalo Berhongaray.
Berhongaray es investigador de UNL- ICIAGRO Litoral CONICET y líder del área de Lechería de CREA, durante una presentación realizada este jueves en el Simposio Fertilidad 2025 realizado en la ciudad de Rosario.
El análisis de las gestiones lecheras de empresas CREA demuestra que aquellos tambos que producen más pasto en general tienen mejores resultados económicos. Pero esa máxima no debe tenerse en cuenta como un criterio general porque debe ser analizada en cada caso en particular.
Al respecto, existe la creencia de que el balance de nutrientes no representa un problema en los establecimientos lecheros debido al aporte realizado por los residuos animales.
Para poder verificar esa consigna, CREA llevó a cabo el Proyecto Rotaciones en el Tambo, que analizó suelos de establecimientos lecheros pastoriles versus suelos vírgenes y suelos con uso agrícola en tres provincias pampeanas.
¿Los resultados? Los suelos de los tambos mostraron niveles de materia orgánica, nutrientes y capacidad de intercambio catiónico –entre otras variables clave– muy similares a los de un suelo agrícola.
“En los piquetes no intervenidos los niveles eran sustancialmente superiores, con excepción del calcio, algo esperable en un establecimiento lechero. Los cambios se detectaron incluso a profundidades de hasta 60 centímetros”, comentó Gonzalo.
“Evaluamos además la concentración espacial de los nutrientes, desde el tambo hasta el último lote, y pudimos ver cómo en el lote cercano a la sala de ordeñe las concentraciones eran altas, que es donde la vaca bostea, o bien donde se distribuyen los purines, mientras que cuando nos íbamos alejando las concentraciones de nutrientes iban cayendo, con niveles bajos en los lotes más lejanos. Es decir: los nutrientes en los establecimientos lecheros están bastante mal distribuidos”, añadió.
Al realizar una revisión de ensayos de fertilización de verdeos de invierno con distintas especies, el investigador detectó que la eficiencia depende de la dosis, del momento de aplicación (a la siembra o dividida, etcétera), fuente (urea versus UAN, purines) y de la especie en cuestión.
“También es necesario considerar la altura de corte y frecuencia del pastoreo, que determinan la eficiencia de cosecha, que en pasturas puede ser muy variable: si producimos más pasto, pero lo cosechamos mal, no es negocio. Y no sólo tenemos que producir más pasto, sino que debemos hacerlo en el momento adecuado”, precisó.
Por otra lado, el referente CREA señaló que en muchas zonas el maíz para silo compite por la tierra con el cereal con destino a grano, pero suele tener dosis mucho menores de fertilizantes, lo que se explica por el supuesto erróneo de que los suelos de los tambos tienen un mejor balance de nutrientes que los agrícolas, cuando los datos muestran que eso no necesariamente es así.
“Ensayos realizados con maíces para silaje en tambos muestran que los híbridos para silo tiene una respuesta equivalente a las que evidencian los híbridos para grano. Encontramos respuestas de hasta 180-200 kg.N/ha, lo que mejora no sólo la cantidad de biomasa, sino también la calidad del forraje obtenido”, resaltó.
“El pasto producido además tiene que ser más barato que el comprado en el mercado. En algunas situaciones la dosis óptima económica puede no ser competitiva con el valor de los recursos forrajeros presentes en el mercado”, agregó.
Por tales motivo, la decisión de fertilizar especies forrajeras –a diferencia de lo que sucede con los cultivos agrícolas– es muy difícil por la variedad de factores por considerar. “Los invito a explorar la complejidad de la decisión de fertilizar forrajes”, resumió Gonzalo.
Gonzalo Berhongaray brindó la conferencia en un panel coordinado por María Alejandra Marino (Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP) y en el que tambiñen participó Cristian Álvarez (INTA Anguil).