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SUSCRIBITECharla sobre normas de gestión CREA ofrecida por Alejandro Alonso del área de Economía de CREA en el evento Economía Online.
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SUSCRIBITEDesde 2022 Alejandro Alonso es el líder de Normas de Gestión CREA. Está vinculado a la red CREA desde hace más de tres décadas –fue miembro, asesor e integra la Mesa Técnica Empresarial de CREA desde sus inicios en 2015– y mantiene su actividad empresaria agrícola en el sur de la provincia de Buenos Aires.
En el año 2017 se determinó que CREA necesitaba un cambio de paradigma: dejar de analizar primero los negocios y, a partir de allí, evaluar qué sucedía con la empresa, lo que motivó a realizar una readecuación de las normas de gestión vigentes hasta entonces.
La actualización de las normas de gestión CREA –vigente desde 2019– permite a los empresarios agropecuarios tener un mayor detalle y precisión para poder visualizar la situación y proyección de la empresa. Eso es posible porque una sola fuente de datos se emplea para realizar análisis tanto de gestión y fiscales como financieros y patrimoniales. Adicionalmente, también torna factible que una empresa agropecuaria pueda compararse con otra de cualquier otro rubro económico.
Sin embargo, el nivel de adopción de esa metodología de gestión no fue el esperado inicialmente en el ámbito de la red CREA y ese fue uno de los temas tratados en la última edición de Economía Online.
“En los últimos quince años el esquema fiscal se complejizó, las empresas se hicieron más diversas e incorporaron una gran cantidad de procesos y adicionalmente comenzaron a aparecer empresas que participaban en otras actividades económicas”, explicó Alejandro.
“Eso nos llevó a entender que necesitábamos un cambio de paradigma, dado que el enfoque, que hasta entonces estaba puesto en los negocios, tenía que comenzar a focalizarse en las empresas”, añadió.
El técnico CREA indicó que el incentivo para incorporar las nuevas normas de gestión de CREA debería ser proporcional al riesgo asumido por cada empresa agropecuaria.
“En un campo de cría con tierra propia la posibilidad de perder es casi nula, salvo por una cuestión de tenencia, mientras que la situación es diferente para una empresa agrícola con 100% del campo alquilado y elevado nivel de apalancamiento”, comentó.
“Es importante entender qué carrera estamos corriendo, porque no es lo mismo una caminata tranquila que una maratón con un tiempo prefijado y competidores altamente preparados”, argumentó.
El segundo aspecto por considerar es la transición generacional y las demandas emergentes presentes entre los diferentes integrantes de las familias empresarias.
“Siempre nos imaginamos que las nuevas generaciones querían trabajar en la empresa, pero en muchas situaciones eso no está sucediendo y, para que sigan siendo parte de la empresa como accionistas o directores, se requiere información precisa, auditable y provista con regularidad”, precisó Alejandro.
Las normas de gestión CREA emplean el sistema de partida doble y el criterio de imputación de devengado, además de incorporar los resultados por tenencia.
“Con las enormes variaciones de los precios de los fertilizantes ocurridas en los últimos años, por ejemplo, el resultado por tenencia de aquellos que compraron ese insumo barato respecto de los que lo adquirieron a un valor elevado ayuda a comprender el origen de los resultados obtenidos”, resaltó.
“Al incorporar la actividad inmobiliaria dejamos de hablar de negocio con o sin campo alquilado porque todas las empresas deben pasar a considerar el valor de oportunidad de la tierra, lo que permite evaluar con mayor equidad y precisión el valor agregado por la gerencia”, añadió.
Con las nuevas normas de gestión la situación de la empresa se analiza con el balance de cierre de ejercicio, mientras que los negocios se evalúan en cada campaña.
“Con lo métodos anteriores podíamos determinar la variación patrimonial, pero nos costaba mucho poder identificar las causas de la misma y con las nuevas normas de gestión CREA eso es factible”, señaló Alejandro.
El problema de no poder identificar con precisión los fundamentos de las variaciones patrimoniales es que los responsables de la empresa tienden a focalizar tiempo y recursos a los factores visibles sin considerar los ocultos, los cuales, en muchas circunstancias, pueden ser los más importantes tanto para fomentar el crecimiento como para revertir procesos de descapitalización.
La contabilidad puede abarcar diferentes dimensiones, tales como la financiera, la de gestión, la fiscal y la de costos. “Los datos que se usan para la contabilidad de gestión y para la fiscal son prácticamente los mismos; la diferencia es cómo se expresan porque están destinados a dos públicos distintos”, comentó el experto.
“La contabilidad de gestión está diseñada para que los integrantes de los órganos de gobierno de la empresa puedan tomar las mejores decisiones, mientras que la fiscal, como un nombre lo indica, está ajustada al cumplimiento de la normativa impositiva”, apuntó.
Un aspecto importante es que los sistemas de partida doble permiten calcular la exposición de la empresa la devaluación de la moneda y la inflación, lo que resulta imposible de hacer con los sistemas de partida simple.
Para poder implementar las normas de gestión CREA –proceso que puede requerir uno o dos años antes de su completa adopción– es indispensable que la empresa designe un responsable que esté convencido de la necesidad de la herramienta y la plena colaboración del contador o estudio contable.
“Los contadores en la Argentina tienen una formación fundamentalmente fiscal y no es sencillo encontrar profesionales que puedan contribuir a implementar contabilidad de gestión; si el estudio contable no está dispuesto a colaborar es parte del problema y no de la solución”, resaltó Alejandro.
“En mi empresa familiar implementamos la contabilidad de gestión en 2011 y el proceso fue muy duro durante los primeros años, pero si lo tuviese que hacer de nuevo hoy lo volvería a hacer porque la calidad de la información generada es imposible de obtener de otra manera”, concluyó.