Esta semana se realizó el primer Foro del Clúster de Proteínas Vegetales de la Argentina con el propósito de constituir en 2024 una asociación que contribuya a potenciar el valor agregado agropecuario en origen.
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SUSCRIBITEEsta semana se realizó el primer Foro del Clúster de Proteínas Vegetales de la Argentina con el propósito de constituir en 2024 una asociación que contribuya a potenciar el valor agregado agropecuario en origen.
El encuentro, realizado en la sede porteña del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA), contó con la presencia de diez empresas elaboradoras de texturizados de proteínas vegetales, concentrados proteicos y harinas proteicas micronizadas.
Las empresas que lo conforman son América Pampa Agroindustrial SA, El Talar Agroindustrial SA (Rosenteck), Laboratorios Argentinos Farmesa SAIC, Galpro SRL, Latam Agroservicios SA, Porta Hnos SA, Proteínas Argentinas SA (Vegetalex), ValoraSoy SA, Bionutrir SA y La Troja SRL.
El clúster, cuya conformación es financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tiene en su agenda el diseño de de un “Plan de Mejora Competitiva” que será consensuado en el marco de un proceso participativo con referentes de la cadena de valor.
El principal producto del clúster es la proteína de soja texturizada (posición arancelaria 2106.10), la cual se elabora a partir de la harina de soja desgrasada (Hi-Pro) o semidesgrasada (expeller) y está disponible en diferentes formas (trozos, tiras o granulados). El producto, una vez rehidratado, puede incorporarse a guisos, sopas, tacos y empanadas, entre otras alternativas. En el ámbito industrial se emplea como insumo para la fabricación de medallones de carne o de soja, “patitas” de pollo y embutidos, entre otros alimentos.
Entre 2012 y 2021 las exportaciones mundiales de proteína de soja texturizada se duplicaron para superar los 3000 millones de dólares. Los principales proveedores globales son EE.UU., China y Países Bajos.
Argentina es actualmente un exportador marginal del producto, pero con una adecuada política de promoción externa y mejoras competitivas podría transformarse en un actor relevante a partir de las ventajas competitivas que cuenta en la materia (disponibilidad de soja y capacidad industrial y tecnológica).
Al respecto, uno de los propósitos centrales del clúster es promover las exportaciones, además de incentivar la innovación tecnológica y lograr la homologación de aspectos técnicos de materias primas, protocolos y productos.
En lo que va de 2023 Argentina exportó proteínas de soja texturizadas por 28.486 toneladas que representaron un valor FOB de 21,8 millones de dólares, según datos oficiales (Indec). El 40% de ese volumen se destinó a Filipinas, mientras que otro 20% fue para países limítrofes, entre otros mercados.
El clúster, que es coordinador por la consultora Virginia Oddi, cuenta con la colaboración de la Secretaría de Agricultura de la Nación, INTA, INTI, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), entre otras instituciones.
Dos de las empresas del clúster forman parte de la red CREA. Se trata de ValoraSoy, gestionada por la familia Ricca e integrante del CREA del Este (Córdoba Norte), y El Talar Agroindustrial del CREA Victoria (Litoral Sur), presidida por Pablo Sánchez, quien además es coordinador de la Federación de Cámaras Extrusoras y Biopymes (FECEBA).