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SUSCRIBITEAmérica Agroinnova promueve la innovación, la investigación y el arraigo rural en el partido bonaerense de Rivadavia.
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SUSCRIBITEEn el partido bonaerense de Rivadavia un emprendimiento pura innovación – que ya cumplió un año– permite crear valor al formar capital humano mediante proyectos de investigación orientados a buscar soluciones productivas y fomentar el arraigo rural.
Todo comenzó en realidad en 2005, cuando, por iniciativa de un grupo de empresarios CREA, se creó el Centro para la Formación de Emprendedores de Rivadavia (CEFER) con el propósito de transmitir conocimientos, herramientas y contactos a todos aquellos que quisieran desarrollarse a través de la iniciativa privada.
La asociación sin fines de lucro, que se fundó con el objetivo de integrar el mundo de la educación con el de la empresa, está conformada tanto por actores del sector privado como de la Municipalidad de Rivadavia para consolidar la sostenibilidad de la institución en el transcurso del tiempo.
Posteriormente en el ámbito del CEFER comenzó a funcionar el Centro de Estudios Superiores de Rivadavia (CES) –el brazo educativo superior de la institución–, en el cual, en el marco de un acuerdo con la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), es factible cursar el bachiller universitario en agronomía, luego del cual puede completarse la carrera de ingeniería agronómica en la sede porteña de la FAUBA. También se dictan otras especialidades.
La última iniciativa del CEFER es América Agroinnova, cuyo propósito es identificar problemáticas vinculadas con la producción agropecuaria en el oeste de la provincia de Buenos Aires y generar proyectos de investigación avalados por referentes académicos.
“La propia dinámica de las actividades realizadas por el CEFER hizo que se viera la necesidad de incrementar la interacción entre empresas de agroinsumos, productores e instituciones académicas y de investigación”, explica Diego Rotili, coordinador de América Agroinnova
“La iniciativa promueve un ámbito para fomentar el arraigo de los técnicos y profesionales a través de propuestas que permiten generar valor agregado al sector agropecuario e impulsar así el desarrollo regional”, añade Diego, quien además es coordinador técnico agrícola de las regiones CREA Oeste y Oeste Arenoso.
Empresas de la región donaron una oficina para instalar la sede de América Agroinnova en la ciudad cabecera del partido de Rivadavia., además un campo de seis hectáreas –destinado a realizar experimentación agropecuaria– localizado a pocos kilómetros de la ciudad.
“Hasta el momento en el ámbito de América Agroinnova se realizaron dos tesis de grado, una tesis de especialización y ahora arranca una nueva tesis de grado y otra doctoral”, explica Diego. Los temas de las investigaciones comprenden el impacto de las heladas y la fertilización en trigo, trigo sarraceno, prolificidad en maíz y cultivos invernales alternativos (colza, carinata y camelina).
También se gestionaron trabajos de investigación aplicada, tales como uno dedicado al acacio negro con apoyo de Corteva y de la FAUBA, y otro sobre agricultura en bajos salinos emprendido por Laboratorio de Teledección de la FAUBA y la Embajada de los Países Bajos en la Argentina que involucró la visita de investigadores de esa nación europea en empresas CREA y la Chacra América de Aapresid.
“Otra modalidad instrumentada es la co-innovación con empresas de insumos para acercarlas a la región y buscar aliados de la academia, ejecutando proyectos complejos e innovadores”, comenta. En ese marco, América Agroinnova realizó un acuerdo con el área de Innovación de CREA con el propósito de validar emprendimientos Agtech en establecimientos productivos de la región Oeste Arenoso.
“Las empresas de agroinsumos o de servicios agropecuarios, así como también el Municipio u otros organismos públicos, pueden recurrir a América Agroinnova para generar proyectos de investigación orientados a resolver cuestiones de interés regional”, explica Diego.
Además de la FAUBA, la organización cuenta con convenios con la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, de manera tal de crear vínculos que permitan acercar demandas regionales con la posibilidad de generar investigaciones orientadas a satisfacerlas, creando relaciones sinérgicas que puedan, en lo posible, consolidarse para fomentar el desarrollo de la comunidad.
“El propósito es funcionar como un semillero del agro regional, donde los jóvenes puedan aprender a trabajar en un contexto enfocado en su aprendizaje profesional, al tiempo que las empresas y la comunidad puedan resolver problemáticas y conocer nuevos talentos en el propio territorio”, remarcó.
La dinámica de aprobación de proyectos cuenta con dos instancias. La primera es un consejo administrativo que tiene como objetivo la gestión de recursos y está integrado por el equipo de agronomía del CEFER. La financiación está conformada tanto con aportes privados como públicos.
“Una vez por semana se reúnen los integrantes de la Mesa de Agronomía del CEFER, la cual, además de estar conformada por referentes de la producción –muchos de ellos parte de la red CREA–, tiene como participantes a funcionarios y concejales del Municipio de Rivadavia, lo que permite tener una mirada integral de cada asunto tratado”, apunta.
Por otro lado, el consejo consultivo de América Agroinnova lidera la gestión académica de los proyectos en el marco de dos reuniones anuales. En este caso, se trata de un ámbito conformado por profesionales de INTA, CREA, FAUBA, empresas de agroinsumos, Sociedad Rural Rivadavia y funcionarios de la Municipalidad.
“Nuestra misión es generar proyectos de investigación y formar capital humano que permita brindar soluciones en forma creativa y eficiente. Aquello que trabajando en soledad puede requerir mucho esfuerzo y recursos, en entornos colaborativos se torna no sólo más accesible, sino que además fomenta interacciones que propician el desarrollo de la comunidad en un círculo virtuoso”, resume.