El inicio del segundo semestre trajo consigo cambios en materia de política económica y el Banco Central presentó un nuevo marco monetario, profundizando y ordenando tendencias preexistentes.
En esta edición del Informe Macroeconómico CREA se analizan los cambios en materia de política económica que trajo consigo el comienzo del segundo semestre.
El inicio del segundo semestre trajo consigo cambios en materia de política económica y el Banco Central presentó un nuevo marco monetario, profundizando y ordenando tendencias preexistentes.
Con un Tesoro superavitario, despareció la emisión originada en la necesidad de financiar el déficit fiscal, a lo que ahora se agrega el fin de la emisión endógena generada por los intereses que pagaban los propios títulos emitidos por el BCRA (Pases, Leliqs, entre otros) y la eliminación de los pesos emitidos para comprar divisas.
Más allá de sus efectos positivos, se debe tener en cuenta que las medidas tienen costos, tanto en términos de la deuda que fue traspasada del BCRA al Tesoro (BONCER, LECAPS y LEFIS), como de divisas, que ahora se compran en una ventanilla (oficial) pero se venden en otra (contado con liquidación – CCL) limitando la acumulación de reservas.
De esta manera, el Gobierno da por finalizada la primera fase “de emergencia” del plan económico y avanza hacia la fase 2 con parte de los problemas de fondo, fiscales y monetarios resueltos y una tasa de inflación que sigue siento alta aunque sustancialmente menor a la heredada. En este marco, el esquema cambiario sigue siendo la principal incertidumbre a futuro.