2 de diciembre de 2024 en Buenos Aires

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Un viaje a EE.UU. para conocer el estado actual de la agenda ambiental

La estrategia de EE.UU. para promover la agenda ambiental consiste en crear incentivos asociados a grandes ayudas económicas destinadas a los productores.

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La agenda ambiental en los ámbitos agropecuarios de EE.UU. está avanzando a pasos agigantados gracias a un volumen enorme de recursos económicos destinados a fomentarla. Así lo pudieron certificar dos referentes de la red CREA, quienes viajaron recientemente a EE.UU. para estudiar de primera mano la cuestión.

El director ejecutivo de CREA, Cristian Feldkamp, junto a otros integrantes de entidades agropecuarias de Argentina, Uruguay y Paraguay, fue invitado por el Servicio de Agricultura en el Exterior (FAS, por sus siglas en inglés) del departamento de Agricultura de EE.UU. para conocer el estado de la agenda ambiental en ese país tanto en organismos públicos como privados que tienen sede en Washington.

“La agenda del cambio climático destinada al sector agropecuario en EE.UU. está diseñada en base a incentivos económicos: la dimensión ambiental siempre va acompañada de la económica”, explicó Feldkamp durante una presentación ofrecida en la sede porteña de CREA.

En el ámbito de las entidades privadas, agropecuarias y agroindustriales, si bien reconocen que no todos los “farmers” estadounidenses comparten los criterios contemplados en la agenda climática, sostienen que los incentivos económicos para sumarse a la misma son tan significativos que no resulta propicio perder tiempo en cuestionamientos.

“El mensaje es el siguiente: productor, podés hacer lo que quieras, pero si querés producir con pautas que respeten criterios ambientales, tenemos ayudas económicas para ofrecerte”, señaló Feldkamp.

A diferencia de Europa, donde la agenda climática se está implementando a través de regulaciones y restricciones –acompañadas de subsidios–, en EE.UU. la misma se instrumenta a través de subsidios económicos directos destinados a los productores y fondos públicos orientados a promover investigaciones e innovaciones alineadas con dicha agenda.

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Cristian Feldkamp (segundo desde la izquierda) con integrantes de la comitiva argentina en la sede central de National Farmers Union.

Cristian Feldkamp (segundo desde la izquierda) con integrantes de la comitiva argentina en la sede central de National Farmers Union.

“En ambos casos se aplican grandes sumas destinadas a subsidios, pero mientras que en Europa la agenda se instrumenta en base a regulaciones, en EE.UU. se hace a través de incentivos; se trata de dos estrategias diferentes: palo versus zanahoria”, explicó Feldkamp.

Los subsidios recibidos por los “farmers” para adoptar prácticas orientadas con la agenda climática, además de cubrir los mayores costos requeridos por la incorporación de insumos y procesos –como puede ser el caso, por ejemplo, de los cultivos de servicios–, representan un ingreso adicional genuino, lo que implica que, en el largo plazo, la adopción de tales ingresos se constituiría en una ventaja comparativa respecto de aquellos productores que permanezcan al margen de tales iniciativas.

“Además de los incentivos económicos, consideran que las prácticas alineadas con lo ambiental deberían lograr ser superadoras en términos productivos y económicos, razón por la cual cuentan con grandes fondos destinados a la investigación en esa materia”, resaltó Feldkamp.

Por su parte, Ariel Angeli, líder de la unidad de Investigación y Desarrollo de CREA, participó en la presentación de una iniciativa instrumentada por la Universidad de Tennessee para investigar el impacto en la acumulación de carbono en el suelo promovido por diferentes sistemas, tales como el silvopastoril, el pastoreo rotativo o el regenerativo, entre otros.

El Estado de Tennessee –comparable en la Argentina con la provincia de Corrientes– es fundamentalmente ganadero e integrado por productores con un perfil conservador.

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Ariel Angeli en la Universidad de Tennessee

Ariel Angeli en la Universidad de Tennessee

Angeli pudo vislumbrar cómo los extensionistas de la Universidad de Tennessee –quienes están en contacto habitual con los productores– manifestaban reparos ante el avance de la agenda climática frente a la resistencia de una parte de los “farmers”, al tiempo que los investigadores tienen todas sus líneas de trabajo con componentes de dicha agenda.

“Los investigadores recomendaban no gastar un segundo en cuestionar la agenda porque las propuestas asociadas a la misma, además de la posibilidad de mejorar procesos productivos, vienen acompañadas por incentivos económicos; entonces todos ganan”, explicó Angeli.

Feldkamp y Angeli coincidieron en señalar que, si bien en las naciones centrales existen grandes fondos disponibles para financiar iniciativas alineadas con la agenda climática, el acceso a ese tipo de fondos requiere un arreglo institucional que no es sencillo de generar en la Argentina. Y agregaron que la red CREA debe contribuir a que el país pueda promover una cultura de colaboración más profunda que permita alinear a instituciones y equipos diversos detrás de metas y proyectos de gran escala, aunque la velocidad y potencia de tales acciones pueda resultar muy diferente por la disponibilidad de recursos cuando se la compara con lo observado en EEUU.

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“En EEUU observamos iniciativas similares a la Gestión Ambiental CREA (GAC), donde la estrategia consiste en generar un sistema de medición de indicadores ambientales, porque sabemos que, tal como ocurre en otros órdenes, la medición sistemática en el marco de una red generadora de conocimiento contribuye a fomentar un proceso de mejora continua”, contó Feldkamp.

Otro factor esencial en la materia reside en la generación de alianzas amplias con aquellos que tienen miradas diversas pero que emplean la ciencia como soporte de la toma de decisiones. “Es el caso de nuestra participación en la Alianza para la Acción Climática o en ámbitos en formación como es el espacio de Agrobioindustria promovido por la Fundación Barbechando. Las conversaciones y los acuerdos son mucho más lentos y difíciles, pero es la manera de abordar temas complejos”, resumió el director ejecutivo de CREA.

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